Ciudad Perdida
■ Rescatar la legalidad en el IEDF
■ La zanahoria azul hace caer al PRD
La de ayer fue una mañana que dejó al descubierto la intención de los consejeros golpistas del Instituto Electoral del DF. Primero se reunieron, en lo oscurito, con Juan Camilo Mouriño en la Secretaría de Gobernación, y de allí se fueron, ahora con el consejero impuesto, Gustavo Anzaldo, a las instalaciones del IFE para hablar con su presidente, Leonardo Valdés, de las elecciones de 2009 y señalarle que esos comicios podrían ser organizados por el instituto federal.
Los consejeros que acudieron a las dos citas son: Carla Humphrey, con nexos, incluso familiares, con integrantes de Acción Nacional; Fernando Díaz Naranjo, también ligado a los azules; Yolanda León, del PRD-NI, y Ángel Rafael Díaz, de estirpe priísta. Esos cuatro fueron quienes organizaron el golpe contra el presidente del instituto local, y son los mismos que esperan ratificar a Anzaldo este jueves por la noche.
Isidro Cisneros, el presidente en funciones, hasta ahora, del IEDF, puede no ser del gusto de muchos, pero eso no es, no puede ser, el motivo que impulse la ilegalidad en contra no nada más de la persona, sino de una institución que, pese a su composición viciada, aún goza de buena reputación entre la gente.
Nos referimos, desde luego, al golpe de mano que el panismo incrustado en el Instituto Electoral del DF ejecutó el lunes pasado, para preparar un terreno más propicio rumbo a las elecciones intermedias del próximo año.
La ilegalidad con que se ejecutó el golpe produjo, al principio, una reacción tibia por parte del PRD, o mejor dicho, hubo confusión, e incluso se dijo que la llegada de Anzaldo podría ser benéfica para ese partido, y por unas horas la legalidad se evaporó.
La remoción de Isidro Cisneros, contra quien se gestó el golpe, parecía, incluso, haber sido bien recibida por la Secretaría de Gobierno del DF, y además, contaba con la colaboración del representante del PRD en el instituto, Miguel Ángel Vázquez, y claro está, de la propuesta panista que una vez más estiró la zanahoria para hacer caer a los perredistas.
El PRD dice, sin hacerlo de manera oficial, que el golpe panista les conviene porque el consejero Anzaldo, designado en una sesión ilegal como presidente temporal del IEDF, les conviene más que la permanencia de Cisneros al frente del organismo, y así, sin traspasar la superficie del problema se pretendió ignorar que antes de sus intereses debe estar la legalidad que fue claramente rota por los azules que conociendo el oportunismo inmoral de muchos perredistas, los ha convertido, cuando menos por ahora, en sus cómplices.
Lo malo de esa forma de actuar es que a fin de cuentas, si ese partido protege la ilegalidad en el IEDF ya no podrá, desde ninguna de sus instancias, cuestionar la imposición, el robo del sufragio en la elección de 2006, con lo que su principal discurso quedará totalmente desarmado, aunque tal vez eso es lo que se busca desde algunas instancias del perredismo.
No se trata de hombres o de nombres, se trata de defender la legalidad. Para el panismo eso no tiene ninguna importancia. Desde la ilegalidad se dan contratos, un gobernador puede entregar el destino de su estado a intereses externos, como es caso el caso de Jalisco; se protege a familias cómplices y se llega a Los Pinos, así, dar un golpe de mano en contra de lo legalmente establecido no es más que su forma natural de actuar.
Lo graves es que el perredismo, cuando menos en el DF, que hasta ahora había sido congruente en su postura de rechazo a la ilegalidad, hubiera supuesto que un acto fuera de la ley pudiera reportarles beneficios.
Es más que sabido que este partido tiene graves problemas con su militancia, y con la sociedad en general en todo el país, y que muy probablemente no encuentre el eco necesario en las urnas para seguir siendo una fuerza política de importancia, pero frente a esa circunstancia en todo México, el Distrito Federal parece la ínsula no contaminada. Hoy, ante un hecho tan lamentable como el sucedido el lunes pasado, el PRD de la capital debe dar muestras de congruencia y caer en la cuenta de que se trató de un engaño para abrir la posibilidad de que, como ha ocurrido ya en otras entidades, por ejemplo el estado de México, Baja California, Jalisco y Tlaxcala, Acción Nacional se apodere de los organismos electorales. ¡Cuidado! No se trata de salvar a Cisneros, sino de rescatar la legalidad.