■ Priístas y perredistas critican que el gobierno apueste al triunfo de John McCain en EU
La política exterior oficial se reduce a los viajes de Calderón, señalan diputados
■ Vergonzoso, rechazar primero condiciones de la Iniciativa Mérida y luego estar de pedinche: PRD
Al discutir la política exterior del gobierno de Felipe Calderón, distintas bancadas en la Cámara de Diputados lamentaron que para la administración federal panista las relaciones diplomáticas se reduzcan a los viajes del titular del Ejecutivo al extranjero y a apostar a que los vínculos con Estados Unidos mejoren si el republicano John McCain gana las elecciones presidenciales.
El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) no resistió las críticas y, en lugar de defender la política exterior de Calderón, lamentó que la oposición no reconociera que, por ejemplo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) constituyen “un movimiento de tipo guerrilla, que utiliza el asesinato, el secuestro, el robo; que recluta niños”.
En ese sentido, el veracruzano Edgar Duck Núñez, del PAN, perdió la serenidad y, en medio de las carcajadas de los opositores, que aseguraron no dar crédito a lo que escuchaban, acusó desde la tribuna a Lucía Morett –la estudiante mexicana herida en marzo durante un ataque del ejército colombiano a un campamento de las FARC instalado en Ecuador– de “respaldar movimientos sociales de otros países”.
Luego, con un tono que quiso ser puntilloso, dijo esperar que todos los gobiernos “reciban a nuestros futuros boy scouts o a nuestras niñas tipo Dora la Exploradora que andan en otros países”.
En contraste, el priísta Samuel Aguilar Solís lamentó que el gobierno de Calderón mantenga a México a la zaga de otros países “como la voz prudente y solidaria para toda América”, y no haya podido superar la política exterior de “tumbos que por soberbia e ignorancia” del ex presidente Vicente Fox se instauró en el sexenio pasado.
Aguilar consideró que el titular del Ejecutivo debe “negociar” con el gobierno de Estados Unidos, no “suplicarle”, y resaltó que lo más conveniente “es no apostar por alguno de los candidatos a la Casa Blanca. Señor presidente Calderón: no nos equivoquemos, el costo para México puede ser muy alto”.
A su vez, el perredista Cuauhtémoc Sandoval Ramírez reprochó que la glosa del segundo Informe de gobierno de Calderón en materia de política exterior se diera en la ausencia de la canciller Patricia Espinosa, debido principalmente a que la Cámara “abdicó de discutir” el tema.
Añadió que en México “sí hay que apostarle a que Barack Obama gane” las elecciones de Estados Unidos, y reprochó que para el gobierno de Calderón el éxito de las relaciones internacionales se mida “en los kilómetros que recorrió” el mandatario y en el número de organismos multinacionales de los que el país es integrante.
“En vez de la diversificación que necesita el país, lo que hemos diversificado es la burocracia internacional”, se mofó.
Consideró vergonzoso que el gobierno federal panista primero rechazara las condiciones de la Iniciativa Mérida y ahora “la Secretaría de Relaciones Exteriores esté de pedinche: ‘por favor ya entreguen los recursos para combatir el narcotráfico’. ¡Por favor!, el combate al narcotráfico no puede depender de 400 millones de dólares”.
Durante la sesión de ayer también se aprobó la agenda de comparecencias de los secretarios del gabinete de Calderón.
La primera participación, en grupo y al mismo tiempo, será de los titulares de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; Seguridad Pública, Genaro García Luna, y Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora.
En tribuna, la diputada Valentina Batres cuestionó el formato porque, argumentó, con ello se busca proteger a Mouriño, “el secretario de Gobernación más fraudulento”, y luego de que el panista Juan José Rodríguez Prats pretendió evitar que tocara el tema del presunto tráfico de influencias del funcionario, la perredista le reviró: “afortunadamente usted no me puede decir qué debo decir. Y espero que ni sus nietos se sometan a su escrutinio”.