■ Deben cooperar los diversos sectores para frenar la inflación, dice
Señala la Unctad debilidad de organismos gremiales para lograr recuperación salarial
La Organización de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) aseguró que en la actualidad la mayoría de los sindicatos son “demasiado débiles para exigir aumentos salariales”, pero consideró que ello puede contribuir a evitar que se profundice la espiral inflacionaria, que ha sido ocasionada por las alzas en los precios de los alimentos y energéticos a escala mundial.
En tal sentido, destacó que “la cooperación entre sindicatos, empresarios, gobiernos y bancos centrales” resulta un instrumento más apropiado que la simple política monetaria para prevenir dicha espiral de los salarios, en la coyuntura actual en que suben los precios de los productos básicos.
Si bien la Unctad, organismo dependiente de Naciones Unidas, advirtió que la situación económica mundial es “frágil”, porque reina incertidumbre e inestabilidad en los mercados internacionales de capitales, divisas y productos básicos, acotó que se ha “sobrestimado el riesgo de una inflación galopante”, toda vez que uno de los factores determinantes para aumentar los índices inflacionarios son los costos laborales, y éstos “han aumentado muy poco en la mayoría de los países”.
Así que “hoy en día la probabilidad de que se produzca una espiral inflacionaria de salarios y precios es mucho menor que cuando se registró la anterior escalada de precios del petróleo durante los años 70”, señaló el organismo, como parte de su informe 2008 sobre comercio y desarrollo.
No obstante, la Unctad advirtió que los países en desarrollo deben “combinar diversas medidas” para hacer frente al alza en los costos de alimentos y energía, ya que la mayoría gravan los presupuestos familiares más que en los países desarrollados y “generan, comprensiblemente, una fuerte presión para conseguir aumentos salariales”.
La explosión en los precios de los alimentos, que genera dramáticas consecuencias sociales y humanas, apunta, “puede dar al traste con los progresos realizados para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio (marcados por la ONU), en especial el de reducir la pobreza a la mitad para el año 2015”.
Por tal situación, la Unctad señala que se requiere “transferir ingresos en beneficio de los hogares más necesitados”, pero eso implica otro problema para los países afectados, ya que sólo pueden incrementar el gasto social si reducen las inversiones en otros rubros, como el de infraestructura.
“Este dilema pone de manifiesto la necesidad de recibir más asistencia del exterior para superar el problema de la distribución de los recursos en los países pobres y también demuestra la importancia desde un punto de vista macroeconómico como social de adoptar nuevas medidas con el objetivo de lograr una mayor estabilidad en los precios de los productos básicos y aplicar instrumentos de efecto inmediato para paliar el impacto de las bruscas fluctuaciones de los precios de dichos productos”, señaló.
Mencionó que para algunos países reducir la dependencia de algunos productos básicos mediante la diversificación y el desarrollo industrial constituye la mejor estrategia a largo plazo para llegar a ser menos vulnerables en caso de crisis, pero dado que se trata de un proceso complejo y que lleva tiempo, se dificulta la adopción de tal medida.