Reporte Económico
Proyecto de presupuesto 2009
Con el ánimo –suponemos– de que todo siga igual o peor, el gobierno federal recién envió al Congreso su proyecto de presupuesto para 2009.
Los supuestos económicos en que se basa tan desalentador presupuesto son: un “crecimiento” económico de 2.4% en este año y de 3.0% en 2009; un déficit externo en cuenta corriente que casi se duplicará el próximo año a -13 mil 690 millones de dólares, con un tipo de cambio excesivamente sobrevaluado de 10.60 pesos por dólar; una plataforma de exportación promedio de petróleo crudo de 1 millón 336 mil barriles diarios, y un precio de 80.3 dólares por barril (Gráfico 1).
El proyecto de presupuesto 2009 estima ingresos y gastos totales del gobierno federal por 2 billones 821 mil millones de pesos, cifra que representa apenas un crecimiento real de 0.4% sobre 2008 (Gráfico 2) y que, como porcentaje del PIB, se reducirá de 22.2% en 2007 (antes de la “reforma fiscal”), a 22.1% en 2008 y a 21.5% en 2009, cuando debería estar aumentando hacia un 30% mínimo de dicho PIB.
Cada vez es más evidente que el gobierno no tiene la menor intención de modificar la inercia económica del país ni está dispuesto a cobrar bien los impuestos ni a reducir la evasión y la elusión que hacen de nuestro sistema fiscal uno de los más injustos (incide en los asalariados) e ineficaces del mundo (no cobra lo que debería, en especial a los altos ingresos y a los corporativos); esto se demuestra con su propia proyección de los ingresos del sector público, incluida en el documento, según la cual espera que para 2012 se estará captando 22.8% del PIB (y también en 2014, para que no quede duda).
Hasta ahora el Congreso (la mayoría dominante) se ha hecho cómplice del desastre fiscal del país al contemporizar con el gobierno en turno. Muy positivo sería un cambio de actitud para exigir al gobierno que cumpla eficazmente su función fiscal, y para modificar aquellas leyes y normas que actualmente permiten enormes márgenes de discrecionalidad, corrupción, evasión y elusión en materia impositiva. Cada vez parece más aceptable la idea de quitar a Hacienda el cobro de impuestos y constituir un SAT (Servicio de Administración Tributaria) autónomo y eficaz.
Disminuir la importancia relativa de los ingresos petroleros en el presupuesto es también urgente; de los 2.821 billones que se esperan captar el año próximo, 1.020 billones (36.2%) son ingresos petroleros y 1.801 billones (63.8%) son no petroleros (Gráfico 3).
Presión útil sería también la de los gobiernos de los estados (y del DF), pues sus ingresos dependen en un altísimo porcentaje (más de 95% en algunos casos) de los recursos que el gobierno federal les transfiere vía Participaciones y Aportaciones, mismas que dependen de lo que se capta (Gráfico 4).
Si no se rompe este círculo vicioso de captación precaria, sólo seguiremos viendo año con año cómo empeora la rebatiña por unos recursos públicos cada vez más insuficiente ante rezagos crecientes en todos los órdenes: crecimiento, desempleo, pobreza, educación, salud, seguridad, saneamiento ambiental, impartición de justicia... inversiones en energía, infraestructura, hospitales, escuelas, vivienda, obras públicas…En cuanto al gasto 2009, el total (2.821 billones) se subdivide en programable (2.092 billones) y no programable (729 mil millones), este último compuesto básicamente por las Participaciones a las entidades (437 mil millones) y el costo financiero (intereses fundamentalmente) de la deuda pública (282 mil millones) (Gráfico 5).
El gasto programable devengado (pagado y comprometido), ascendería según el proyecto a 2.118 billones de pesos en 2009. En el Gráfico 6 se desglosa este total en sus tres versiones de clasificación: administrativa, funcional y económica.
Ojala en enero próximo estemos comentando sobre un presupuesto diferente.
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