■ Houston, sin luz y en condiciones críticas; Bush anuncia que visitará la zona el martes
Se mantiene el toque de queda en Texas tras paso del meteoro
Ampliar la imagen Docenas de ataúdes quedaron flotando en aguas lodosas en el cementerio de la comunidad de Hollywood, en Orange, Texas, luego del paso de Ike en el área. Los féretros fueron alineados para devolverlos a su sitio conforme avancen los trabajos de reconstrucción Foto: Ap
Houston, 14 de septiembre. El gobierno de Texas anunció que el toque de queda seguirá vigente por una semana más, mientras se restablece el servicio de electricidad, se limpian las calles de escombros y concluyen las labores de rescate, en momentos en que el presidente George W. Bush dijo que visitará la zona dentro de dos días para evaluar los daños causados por el huracán Ike.
Houston, la ciudad más grande de la entidad, continuó este fin de semana en condiciones críticas, prácticamente sin luz y con montañas de basura apiladas en las calles. Por tal motivo, las autoridades decidieron ampliar el toque de queda hasta el próximo sábado.
Aunque hasta el momento sólo ha habido ocho muertos en Texas por los efectos del meteoro, no se descarta que la cifra pueda aumentar, ya que si bien más de dos millones de personas fueron desalojadas, al menos 100 mil se negaron a abandonar sus casas, y se teme por su seguridad.
Los cuerpos de protección civil le ordenaron a la población que no salga a las calles y calcularon los daños materiales en ocho mil millones de dólares.
Bush afirmó que el martes visitará la zona de emergencia para “expresar la solidaridad y el apoyo a los esfuerzos de reconstrucción.” Dijo que su gobierno repartirá un millón de comidas diarias para los desplazados y se reunirá con su gabinete de seguridad para definir el plan de acción.
A pesar de que Ike se degradó en las primeras horas del domingo a depresión tropical durante su paso por el estado de Arkansas, las lluvias y vientos que provoca todavía ponen en riesgo decenas de comunidades y han paralizado casi por completo la industria petrolera de la región.
De acuerdo con la senadora Kay Bailey Hutchinson, las refinerías de Texas podrían permanecer cerradas nueve días más, lo cual provocaría escasez de gasolina y otros combustibles.