Usted está aquí: lunes 15 de septiembre de 2008 Cultura Ciudadanos de Colonia alivian su enojo en el Coro de Quejas

■ Cerca de 150 aficionados cantaron sus penas y frustraciones ante la alcaldía de la ciudad

Ciudadanos de Colonia alivian su enojo en el Coro de Quejas

■ Se lanzaron contra la contaminación, el precio de la cerveza y la prohibición de fumar, entre otras molestias

■ El proyecto surgió hace tres años; ya hay una docena de conjuntos en el mundo

Eva Usi (Especial)

Ampliar la imagen El Coro de Quejas tendrá su gran debut con la Filarmónica de Colonia, el próximo 20 de septiembre, lo que marcará el fin del proyecto, pero ya hay voces que claman por que continúe El Coro de Quejas tendrá su gran debut con la Filarmónica de Colonia, el próximo 20 de septiembre, lo que marcará el fin del proyecto, pero ya hay voces que claman por que continúe Foto: Eva Usi

Colonia, 14 de septiembre. Los alemanes se llaman a sí mismos campeones mundiales en quejas, en alusión a que manifiestan su descontento por todo. Pero también musical, quizá por ello han batido un récord al conformar el Coro de Quejas más grande del mundo, que debutó en la alcaldía de Colonia.

Unos 150 cantantes aficionados entonaron las penas, preocupaciones y vicisitudes que aquejan a los ciudadanos de la ciudad a orillas del Rin, mismas que fueron compiladas en Internet y compuestas a manera de canciones por el director y compositor Wilfried Kaets.

Los Coros de Quejas se han convertido en un movimiento internacional que, con el lema La unión hace la fuerza, cantan al mundo sus fatigas cotidianas. La idea surgió en Helsinki, cuando una noche de invierno una pareja de artistas se quejaba a dúo del mal tiempo, hace tres años. Desde entonces, ya hay una docena de Coros de Quejas en el mundo, que mediante el canto manifiestan críticas sociales, penas personales y dan rienda suelta al enojo que provocan las molestias y frustraciones de la vida diaria, sobre todo en las metrópolis.

Ante el alcalde de la ciudad, Fritz Schramma, el Coro de Quejas de Colonia arremetió contra los excrementos de perros en la acera y los agrocombustibles que todo lo encarecen; no faltaron los altos precios de la cerveza y del alma les salió la frase: “Nunca más a la segunda liga”, en referencia al equipo de futbol de la ciudad, FC Köln, que después de años pasó hace poco a la primera división.

En una pieza en la que cantaron solistas, una mujer se lamentó de que los jóvenes no tengan otro lugar donde desarrollarse que no sea la calle; otro hombre entrado en años protestó a manera de rap por el tráfico, los coches que contaminan el aire, el ruido de los tonos de teléfonos celulares, la desigualdad social y la prohibición de fumar.

Reír y luego reflexionar

“La ciudad está llena de basura, nadie me regala flores, la escuela está llena de humedades, hace falta una tarifa de taxis para tramos cortos”, cantaron a coro.

“Los ciudadanos siempre tienen la posibilidad de enviarme sus quejas por escrito, pero esta es la primera vez que las escucho en forma de canciones”, dijo Schramma a este diario, y prometió anotarlas y atenderlas en su administración, para aliviar en lo posible el enojo ciudadano.

Un total de 700 quejas enviadas por la población por medio de Internet y recogidas en la calle por los integrantes del coro fueron musicalizadas en un variado y humorístico repertorio de 45 minutos de duración, el cual incluye textos en alemán, inglés, turco y kölsch, dialecto renano, según el director, porque son éstas las lenguas que más se hablan en la ciudad. “He querido hacer una mezcla equilibrada entre los distintos géneros de quejas, porque las hay sobre medio ambiente y política; hay quejas grotescas y curiosas; otras que conmueven humanamente, como alguien que se lamenta de que siempre se mueren primero aquellos a los que más quiere. La idea es hacer reír a la gente, pero que en la siguiente estrofa se le congele la risa”, afirma el director del coro, Wilfried Kaets, en conversación con La Jornada.

“Probablemente no podamos resolver todos los problemas, pero a través del canto sacamos toda la energía negativa que de otra manera se queda guardada; es más bonito que desahogarse en solitario. Yo protesto por la privatización de trenes y correos que dan un peor servicio a los usuarios”, afirma el cantante aficionado Peter Heinzke.

El proyecto surgió hace cinco meses por iniciativa del Consejo de Música del Estado de Renania, de Westfalia Norte, que destinó para ello un presupuesto de 30 mil euros. Al llamado al primer ensayo acudió más de un centenar de interesados de entre 14 y 84 años de edad, algunos de ellos sin experiencia musical. Otros han tenido que viajar cientos de kilómetros para asistir a un total de 10 ensayos antes de su primera presentación pública. El Coro de Quejas tendrá su gran debut con la Filarmónica de Colonia, el próximo 20 de septiembre, lo que marcará el fin del proyecto, pero ya hay voces que claman que continúe, como el intendente de la filarmónica, Louwrens Langevoort, quien estuvo presente en la alcaldía. “Tratándose de un coro sin experiencia, su nivel es muy bueno, y eso se debe al entusiasmo de los participantes”, dijo.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.