■ Lo que sucede en Wall Street es la destrucción más grande de riqueza jamás vista: experto
Exigen cúpulas política y financiera solución más integral y de largo plazo a crisis en EU
Ampliar la imagen El presidente George W. Bush en el salón Oval en una reunión sobre los altos precios del petróleo Foto: Ap
Nueva York, 18 de septiembre. Ante lo que algunos consideran podría ser la destrucción de riqueza financiera más masiva en la historia, el presidente George W. Bush intentó, por segunda vez en cuatro días, calmar los mercados financieros mientras que cada vez hay un mayor consenso entre la cúpula política y financiera de que se requiere de una solución “estratégica” para superar esta crisis –lo que implicaría la intervención gubernamental más radical en el “mercado libre” desde la Gran Depresión.
Esta mañana, Bush anunció que suspendió sus viajes de esta semana para mantenerse enfocado en la crisis en Wall Street. “Los estadunidenses –dijo– pueden estar seguros de que continuaremos actuando para fortalecer y estabilizar nuestros mercados financieros y mejorar la confianza de los inversionistas”. Resumió las “medidas extraordinarias” tomadas por su gobierno en las últimas semanas, recordando que “hemos tomado control” de las dos grandes empresas de hipotecas, y que esta semana se logró evitar “el fracaso desordenado” de la aseguradora AIG, que ayer la Comisión de Valores tomó acción para fortalecer las “protecciones de inversionistas” y para combatir “la manipulación ilegal del mercado”, y que la Reserva Federal otorgó mayor liquidez al sistema financiero.
Poco efecto
El consenso aquí es que las palabras del presidente tuvieron poco efecto aunque la Bolsa de Nueva York acabó recuperándose al registrar un extraordinario incremento de 410 puntos, después de que ayer se desplomó por casi lo mismo. Pero no fueron palabras, sino dinero lo que generó el repunte: la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) anunció que en una acción coordinada con los bancos centrales en otros países se inyectaría hasta 180 mil millones para mejorar la liquidez en los llamados “mercados de crédito”, los cuales se empezaron a congelar esta semana como parte de una tendencia generalizada en donde los inversionistas (igual que muchos bancos) rehusaron ofrecer más préstamos y crédito.
Por otro lado, versiones de que el gobierno estadunidense está procediendo en negociaciones para crear una nueva agencia federal que compraría el crédito defectuoso o delincuente que ha contaminado al sistema financiero, también contribuyeron al alza registrada en la bolsa. Esto, dicen los analistas, es clave porque implica que la Casa Blanca y el liderazgo legislativo están reconociendo la necesidad de una “solución estratégica” a nivel “sistémico” en lugar de enfrentar más rescates de bancos y otras empresas financieras.
“El gobierno es el enemigo hasta que necesitas un amigo”, dijo el ex senador republicano y ex secretario de Defensa William Cohen, al resumir el cambio en la retórica entre los jefes financieros y los políticos republicanos en Washington.
Y es que “la peor crisis financiera desde la Gran Depresión”, como lo caracteriza el economista Mark Gertler de la Universidad de Nueva York al Wall Street Journal, rehúsa tocar fondo, y peor aun, analistas creen que ahora ha pasado a una fase aun más peligrosa con efectos potencialmente más severos no solo para el sector financiero, sino para sectores de lo que se conoce como la “economía real”.
“Lo que estamos atestiguando podría ser la destrucción más grande de riqueza financiera que el mundo jamás ha visto –pérdidas en papel medidas en los miles de millones de dólares”, riqueza empresarial, petrolera, de bienes raíces, de bancos, pensiones y más”, escribe Steven Pearlstein, el reportero especializado en finanzas del Washington Post hoy. Dice que “así es como se ve una crisis financiera de Categoría 4 (empleando los rangos para huracanes)”.