■ Felipe Calderón se reúne con líderes de empresas que llevarán a cabo diversos proyectos
Para infraestructura, 6 por ciento del PIB; atenuará en México efecto de crisis en EU
■ Asistieron Bernardo Quintana, de ICA; Carlos Slim y Jaime Chico Pardo, presidente de IDEAL
Para contrarrestar los efectos de la crisis económica de Estados Unidos en México, el presidente Felipe Calderón afirmó que aspira a destinar más de 6.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) a obras de infraestructura a fin de fortalecer el mercado interno.
Dijo que en lo que resta de su gobierno las obras de infraestructura serán el detonante económico que permitirá elevar la competitividad y la generación de empleos para sacar adelante la economía del país, con una inversión que si en estos dos últimos años ha representado 3.2 por ciento del producto interno bruto nacional (PIB), pasará a representar 5.5 por ciento. “Y de aprobarse reformas tan importantes, como la reforma para fortalecer a Pemex, probablemente lleguemos a invertir en infraestructura en el país cifras cercanas a 6.5 por ciento del PIB”, pronosticó el mandatario.
El presidente Felipe Calderón encabezó la ceremonia de la primera Reunión Nacional de Infraestructura en la que afirmó, ante empresarios de la construcción, que el gobierno federal está haciendo su parte para que en un entorno recesivo de la economía mundial, la inversión en infraestructura sea uno de los “motores” del crecimiento para mantener tasas positivas de crecimiento y empleo en la economía formal del país.
Elevar competitividad
Pero, apuntó, es necesario elevar la competitividad de la economía del país con inversión en infraestructura; impulsando las reformas que permitan incrementar la inversión especializada, nacional y global en la infraestructura, para ramos desde carreteras o telecomunicaciones, hasta el energético.
En el acto, que reunió a los principales concesionarios y contratistas de obra pública del país, el mandatario refrendó su compromiso de campaña de hacer del actual “el gobierno de la infraestructura”, mismo que pretende pasar de una inversión tradicional de 3.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) a 5.5 en 2012, o 6.2 por ciento del PIB, si se aprueba la reforma petrolera enviada al Congreso de la Unión.
En síntesis, el jefe del Ejecutivo recordó que durante la actual administración se invertirán, al menos, 5 mil millones de dólares anuales de gasto presupuestal, más 270 mil millones de pesos (unos 25 mil millones de dólares) adicionales correspondientes a inversión privada en obras de infraestructura en lo que resta de la presente administración.
A manera de comparación, el presidente Calderón Hinojosa citó que la ampliación del Canal de Panamá, la obra más significativa de la década en América Latina, sólo recibirá inversiones por 5 mil millones de dólares.
Tal fue el planteamiento del mandatario frente a los líderes de las empresas constructoras del país. Pero en particular, el mensaje fue recibido por Bernardo Quintana, presidente de Ingenieros Civiles Asociados (ICA); Jaime Chico Pardo, presidente de Impulsora del Desarrollo y del Empleo de América Latina (IDEAL), de Carlos Slim; por Carlos Hank González, presidente de Alcance Total y heredero de la familia Hank Rohn y González Barrera; y por Claudio X. González Laporte, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, entre otros.
“Sólo con mayor infraestructura podremos aprovechar las ventajas que ofrece la economía global, nuestra posición geográfica; vincular a nuestra industria con los mercados nacionales e internacionales y, sobre todo, brindar a más mexicanos servicios públicos que les ayuden a vivir mejor”, planteó el primer mandatario.
En un recuento de las inversiones que el sector de infraestructura ha recibido durante su gobierno, Calderón Hinojosa dijo que su gobierno tiene la intenciòn de transformar a México “en una verdadera plataforma logística de inversión y comercio para la economía global”, un “enlace multinacional y multicontinental que aproveche nuestra destacada posición geográfica”, para lo cual se requiere detonar la infraestructura del país y elevar la competitividad de la economía a través de esa infraestructura, con la participación de las empresas constructoras, al igual que lo han hecho otros países en su momento.
Para lograr ese objetivo, dijo, se propuso aplicar un régimen de erogaciones multianuales para proyectos de infraestructura en el presupuesto de egresos del próximo año; fomentar la competitividad, para generar eficiencias a los recursos públicos; pero también las condiciones de desventaja en la que muchos empresarios, mediante el Programa Especial de Garantías para Pequeñas y Medianas Empresas Constructoras y mejorando la regulación existente. “Vamos a crear dentro de la Secretaría de la Función Pública, la Unidad de Auditoría de Obra Pública que se encargará de desarrollar las labores de supervisión, auditoría y control de infraestructura con el objetivo de tener un seguimiento mucho más especializado y mucho más facilitador, y promover así la calidad de la infraestructura”, dijo.
En tanto, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Humberto Armenta, reconoció los efectos positivos de la canalización de al menos 1.78 billones de pesos en infraestructura durante el actual gobierno, que han permitido contrarrestar de manera anticíclica los efectos recesivos de la economía estadunidense.
(Con información de Víctor Cardoso).