Los de Abajo
■ Una huerta en peligro
Un proyecto comunitario, autogestivo y orgánico funciona desde hace más de cinco años en el corazón de la ciudad de Buenos Aires con el nombre de La huerta orgázmica. Se trata de un espacio ubicado cerca de la plaza Giordano Bruno y las vías del Ferrocarril Sarmiento, que en 2002 era un basurero ignorado por el gobierno de la capital y que hoy, luego de haber sido recuperado y limpiado por los vecinos del barrio de Caballito, involucra a una red de proyectos culturales y sociales de toda la zona. Es “un espacio verde y público abierto a la comunidad”, actualmente amenazado de desalojo.
Entre los objetivos de La huerta están experimentar y aprender sobre cultivos orgánicos, ecología, permacultura, alimentación natural y autoabastecimiento; y organizar actividades gratuitas (comidas comunitarias, intercambios de semillas, talleres educativos para niños y adultos, entre otras). Todo esto dentro de un proyecto que ensaya formas organizativas autogestivas, sin líderes ni cabecillas, con asambleas y decisiones horizontales. Es “un lugar de búsqueda y encuentro, de trabajo y descanso: un desafío al cemento y a la vida urbana en el que crecen y se cuidan más de 100 variedades de plantas y microrganismos de diferentes tipos, que favorecen a la biodiversidad y a la oxigenación del barrio y la ciudad”.
El proyecto camina a contracorriente de las políticas gubernamentales que “estandarizan y homogeinizan la vida en la ciudad, imponiendo un modelo en el que la conexión persona-tiempo-espacio-recreación-conocimientos-alimentación se ve limitada y condicionada y donde los ciudadanos viven una cotidianeidad cada vez más censurada…”
Antes de que iniciaran las actividades en la huerta, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires ignoraba este terreno. Años después, en 2007, se dio a conocer un plan de obras públicas que incluye la remodelación de la plaza Giordano Bruno y que, por supuesto, no respeta los logros de la huerta y pretende su destrucción. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año se logró un dictamen favorable que ordenó el archivo de la causa por usurpación, declarando la inexistencia del delito.
Pasando por alto este ordenamiento, el pasado 3 de septiembre llegó al espacio la notificación de un decreto del gobierno de la ciudad, exigiendo la desocupación de la huerta en los próximos cinco días. Frente a las amenazas, la comunidad involucrada convocó a diversas actividades y a una mesa informativa permanente a partir del 8 de septiembre. Circula también una carta de apoyo en defensa de este pequeño proyecto que, como todos los de su naturaleza, son descalificados por los gobiernos que no toleran otras formas de organización.