■ Funcionarios de NL viajan a Colombia para recibir asesoría anticrimen
La narcoviolencia deja diez ejecutados en cuatro entidades
El gobernador de Nuevo León, José Natividad González Parás, informó en la ciudad de Monterrey que un equipo estatal de alto nivel viajó a Bogotá para obtener asesoría de las autoridades colombianas y pactar convenios e intercambios en materia de lucha antisecuestros, combate al crimen organizado y mecanismos de participación ciudadana.
Los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, Rodrigo Medina de la Cruz y Aldo Fasci Zuazua, respectivamente, junto con el jefe de la Unidad de Inteligencia y Seguridad, Jesús Arias, dialogarán hoy y mañana con funcionarios y operadores colombianos responsables de la acción anticrimen.
Por otra parte, en la capital de Tlaxcala, el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, dijo que 12 ediles de distinta filiación partidista recibieron llamadas telefónicas amenazantes en las que se exigió dinero a cambio de no perjudicarlos a ellos o sus familiares.
Entre los presidentes municipales que han recibido amenazas de muerte y extorsiones telefónicas se encuentran Leopoldo Toache García, de Nanacamilpa; Simón Díaz Flores, de Ixtacuixtla, y Alex Ortiz Zamora, de Apizaco, a cuyos números locales o celulares llamaron los delincuentes diciendo pertenecer a Los Zetas y tener secuestrados a sus familiares, o que dañarían a personas de su familia si no pagaban por protección.
Mientras tanto, en la capital de Chihuahua el agente del Centro de Inteligencia Policial (Cipol) David Garrido Razo, de 30 años de edad, fue asesinado por varios sujetos al salir del trabajo rumbo a su domicilio, tras una persecución en que los atacantes le dispararon más de 50 tiros. En la misma ciudad murió una mujer cuando la balearon dentro de un taxi, mientras que en Ciudad Juárez hubo tres ejecuciones a balazos y una con arma blanca, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública y la procuraduría estatales.
A la vez, en Morelia, Michoacán, dos personas murieron y cinco resultaron heridas en un ataque a balazos durante la madrugada.
Asimismo, en Tijuana, Baja California, dos mujeres dedicadas al secuestro de inmigrantes, que operaban en la central de autobuses, fueron detenidas por la policía cuando dos de sus víctimas escaparon y las denunciaron. Ellas –de acuerdo con el reporte– pertenecen a una banda comandada por otra mujer y privaban de la libertad a indocumentados deportados de Estados Unidos, exigiendo a sus familiares un rescate de mil 500 dólares, pero manteniéndolos retenidos a pesar del pago.
Por otro lado, en Sonora, un hombre murió en Cananea dentro de un local comercial cuando un desconocido se le acercó y le disparó en tres ocasiones.
En Puerto Vallarta, Jalisco, un presunto vendedor de drogas fue abatido en su domicilio ante sus familiares, mientras en la zona metropolitana de Guadalajara otro hombre apareció muerto de un balazo.
Respecto a las seis balaceras del viernes 19, entre presuntos Zetas y policías de Guanajuato y Jalisco, cinco de los 15 detenidos fueron puestos en libertad; sobre los civiles heridos en el bulevar Torres Landa, de León, el alcalde Vicente Guerrero Reynoso dijo que la autoridad local no tiene responsabilidad, “pues ellos curioseaban como si fuera un festival” y hacían de “espectadores” de la persecución.
Por último, en Acapulco, Guerrero, se informó que efectivos del Ejército y la policía catearon tres casas de seguridad en la sierra de Petatlán y decomisaron un arsenal con 6 mil cartuchos para rifles de alto poder, armamento diverso, equipos de radiocomunicación, así como ropa tipo militar, pasamontañas, cuatro vehículos y dos mensajes firmados por el llamado “Ejército de la Liberación del Pueblo”.
Otro decomiso tuvo lugar en la capital de Chihuahua, donde fuerzas federales hallaron ocho granadas de fragmentación, dos de gas y diversos pertrechos.
(David Carrizales, María Teresa Ramírez Ojeda, Miroslava Breach Velducea, Rubén Villalpando, Ulises Gutiérrez Ruelas, Sergio Ocampo Arista, Carlos García, La Jornada Michoacán y Afp)