■ Socialistas chilenos cuestionan la postura del titular de la OEA
Miguel Insulza reprueba “en lo personal” la expulsión del director de HRW de Venezuela
Santiago, 21 de septiembre. Al continuar hoy el cruce de declaraciones entre funcionarios chilenos y venezolanos, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Miguel Insulza, reprobó “en lo personal” la decisión del presidente Hugo Chávez de expulsar al director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
A la polémica se sumó el comité central del cogobernante Partido Socialista de Chile, que consideró “inoportunas” las “opiniones políticas” del viceministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klavern, y del portavoz presidencial, Francisco Vidal, que fustigaron la expulsión de Vivanco, puesto que “pueden deteriorar de manera inaceptable nuestra relación” con Venezuela y con su gobierno.
Vivanco, de nacionalidad chilena, presentó el jueves en Caracas un informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela en el que consideró que en el país se ha perdido el equilibrio y la independencia de los poderes Judicial y Legislativo frente al Ejecutivo.
Ese mismo día el gobierno venezolano decidió expulsar a Vivanco y a su asesor estadunidense Daniel Wilkinson, y posteriormente dijo que el representante de HRW es un “asalariado” del Departamento de Estado, cuyo reporte, resaltó Caracas, no considera los avances venezolanos en derechos humanos como el acceso a los alimentos, la educación y la salud, reconocidos por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
En declaraciones a los diarios La Tercera y El Mercurio, Insulza aseguró que no ha leído el informe y que el asunto tratado por HRW corresponde a la soberanía venezolana, pero “no me parece prudente ni buena” la expulsión de Vivanco.
“Estos temas son de legislación interna venezolana, no me corresponde actuar, pero puedo dar mi opinión y es negativa”, agregó Insulza.
En reacción a las declaraciones del diplomático, los socialistas emitieron un comunicado en el que apuntaron: “discrepamos de las opiniones que sobre esta situación ha efectuado Insulza. Como chilenos ellas no nos representan (...) No corresponde que el secretario general de la OEA se inmiscuya en la decisión soberana de uno de sus países mandantes y mucho menos que lo haga como uno de los varios precandidatos presidenciales que aspiran a obtener el respaldo de los socialistas chilenos”.
Destacaron además su solidaridad con el gobierno de Chávez, que “encarna hoy las más puras tradiciones de latinoamericanismo, integración y antimperialismo por las que luchara nuestro Partido Socialista y las fuerzas de la izquierda chilena lideradas por nuestro presidente Salvador Allende”, asesinado hace 35 años.
En Caracas, mientras tanto, Chávez informó en su programa semanal Aló, Presidente! que en su próxima visita a China comprará aviones de entrenamiento y combate K-8 y encargará además la construcción de buques tanque en astilleros chinos, con el propósito de instalar en Venezuela un astillero propio en el futuro inmediato.
A su vez, un funcionario de la marina rusa informó que varias naves de guerra de su país están listas para zarpar hacia Venezuela, donde participarán en ejercicios militares.