■ Daniel Garza, el nacional con menor ranking, perdió en cinco sets ante Felder
México cayó en la última instancia ante Uruguay y volvió al grupo dos
■ Los charrúas fueron despedidos entre rechiflas; el capitán Lozano pidió reconocimiento para los locales
Ampliar la imagen Los tenistas mexicanos Daniel Garza y Miguel Gallardo cayeron ante los uruguayos Marcel Felder y Pablo Cuevas Foto: Notimex
León, Gto., 21 de septiembre. El equipo mexicano de Copa Davis fue devuelto al grupo dos de la Zona Americana, del que salió en 2004, tras perder en la última instancia de una serie muy cerrada frente a Uruguay, ante una pletórica tribuna en el Domo de la Feria de León.
Daniel Garza, uno de los mexicanos de más bajo ranking, pero que venció a todos los convocados durante la preparación, cayó ante Marcel Felder en cinco sets de 3-6, 6-0, 6-1, 6-4 y 3-6.
Previamente, Pablo Cuevas había conseguido el empate para Uruguay, a dos puntos por equipo, tras derrotar 6-1, 6-7 (4-7), 6-3 y 6-4 a Miguel Gallardo. Los dos primeros puntos de singles habían quedado repartidos y México se había anotado el dobles.
Gallardo saltó a la cancha en sustitución de Bruno Rodríguez, quien la noche del viernes abrió la serie con una derrota que mereció reproches por dejarse caer cuando tenía en la bolsa el partido frente a Felder, a quien aventajaba en el tercer set por 4-0 cuando lo atacaron “calambres”.
Aquello más pareció una caída mental por la novatez y falta de garra del queretano.
Lo cierto es que para jugar el cuarto punto, el capitán Jorge Lozano optó por Gallardo, quien a pesar de estar semirretirado del circuito profesional, la víspera se mostró eficaz en el dobles y de hecho cargó con el partido en mucho más medida que su pareja, Víctor Romero.
Cuevas abrió el partido con la contundencia acorde a su momento actual en el circuito profesional. De entrada, el número 130 del mundo casi blanquea a Gallardo en el primer set con base en reveses y gran toque desde el servicio.
El chihuahuense se conectó con el juego para el segundo episodio. Rompió a la primera oportunidad en el segundo game, y aunque luego sufrió doble en el tercero y quinto, se desquitó en duelos de remates con el uruguayo que convertía en tiros de fantasía, hasta la muerte súbita, mientras el grueso del público apenas cubría las localidades.
Los “Mé-xi-co”, los aplaudidores y los insultos para interrumpir entre los puntos –que fue la tónica de la serie–, se reunieron ya entrado el tercer set. En el sexto game, Gallardo devolvió dos bolas que parecían imposibles y se quitó dos desventajas para igualar 3-3, pero terminó abajo (3-6), presa de dobles faltas y contundencia de Cuevas.
El tenista nacional empezó arriba el cuarto antes de solicitar asistencia por dolor en el glúteo derecho, que explicaría después, terminó por afectarlo, pues perdió confianza y eso se tradujo en la derrota.
La definición era para Garza, desde el viernes tratado como héroe por contradecir los pronósticos al ganar el primer punto ante Cuevas. El mexicano, 616 del mundo, entró motivado y resolvió muy pronto el set inicial, aunque como si no lo mereciera, el número 684 del mundo empezó a entregar todo en la red y a contestar fuera de las líneas para la derrota en el cuarto.
Lo ganó tras solicitar también asistencia por molestia en la pierna y concentrarse, pero para el quinto volvió a flaquear y se fue en picada.
Los uruguayos, dirigidos por José Luis Damiani, fueron despedidos entre rechiflas, mientras para los locales, que entraron al quite ante la negativa de jugar de otros con mejor ranking, Lozano pidió reconocimiento para el valor con el que jugaron.
Entre los tenistas no es agradable que al grupo dos de cada zona de la Copa Davis se le identifique como tercera división, pero de acuerdo con el escalafón es el término que corresponde, y menos aún, que se haga referencia al nivel, en este caso de México, que ahora se medirá en el grupo que comparten Antillas Holandesas, República Dominicana, Bahamas, Bolivia y Venezuela.
Lozano afirmó que el tenis mexicano luchará por ganar el ascenso el año próximo, pues en su opinión, se merece inclusive regresar al tenis mundial, aunque para lograrlo se requerirá de mucho trabajo.