■ Sugiere el vicepresidente a prefectos darse “un baño de realidad”
Gobierno y agrupaciones campesinas presionan a opositores bolivianos para la firma de un pacto
Ampliar la imagen Simpatizantes del presidente boliviano Evo Morales marchan en La Paz para exigir prisión al gobernador opositor de Pando, Leopoldo Fernández, por su responsabilidad en una matanza de campesinos Foto: Reuters
La Paz, 22 de septiembre. El gobierno de Bolivia y las organizaciones campesinas elevaron hoy la presión sobre los gobernantes provinciales de Santa Cruz, Tarija y Beni para que firmen un acuerdo nacional que facilite una salida al conflicto desatado en torno a los planes socialistas del presidente Evo Morales.
Las bases del pacto comenzaron a ser definidas parcialmente el fin de semana, pero las objeciones expresadas por los prefectos de los tres departamentos citados obligaron a posponer la adopción de un acuerdo hasta el jueves próximo, cuando vuelva Morales de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (donde hablará de las opciones para salvar al planeta de la devastación ecológica) y se reanuden las sesiones.
El diálogo comenzó el jueves pasado después de tres semanas de protestas contra el gobierno en los departamentos de Santa Cruz, Pando, Tarija y Beni, lideradas por la oposición conservadora.
El constante rechazo de los prefectos a las propuestas de la administración central llevaron hoy al vicepresidente Álvaro García Linera a señalar que esos gobernantes “no tienen la voluntad” de firmar un acuerdo nacional, pese a la flexibilidad de los socialistas en las negociaciones.
García Linera afirmó que el gobierno, ratificado con 67 por ciento de los votos el pasado 10 de agosto, tiene el derecho de llevar adelante su programa y persistirá en el diálogo con el fin de tener una nueva Constitución que incluya las autonomías.
“Las minorías y fuerzas regionales no tienen ningún derecho a veto”, dijo el vicepresidente, que además sugirió a los prefectos un “baño de realidad”.
En Santa Cruz, en tanto, se masifica el cerco a la capital departamental con la participación de aproximadamente 20 mil campesinos, colonizadores, indígenas, cooperativistas mineros y mujeres que avanzan divididos en cuatro columnas: en Buenavista, a cien kilómetros de la ciudad; en Santa Rita, municipio del Torno, a 30 kilómetros; en San Julián, sobre la carretera a Trinidad, y sobre la carretera a Yacuiba, en la localidad de Moras.