■ Víctimas de terrorismo abogan por una respuesta firme del Estado para detener a los responsables
Partidos, sindicatos y empresarios condenan los tres atentados de ETA del fin de semana
■ La sociedad española nunca se someterá a los dictados del grupo armado: Rodríguez Zapatero
Ampliar la imagen Policías examinan el lugar donde la madrugada de ayer estalló un coche bomba, cerca del Patronato Militar Virgen del Puerto, una institución académica militar de Santoña, en Catabria. En el ataque murió el brigada del ejército español, Luis Conde de la Cruz, de 45 años, y también resultaron heridas seis personas Foto: Reuters
Madrid, lunes 22 de septiembre. Todos los partidos políticos del Parlamento español, los sindicatos, agrupaciones empresariales y las asociaciones de víctimas del terrorismo condenaron los tres atentados perpetrados desde poco antes de las cero horas del sábado y esta madrugada por la organización armada vasca ETA que cobraron la vida de un militar, y coincidieron en mostrar “firmeza y unidad”.
“Hoy ETA ha vuelto a matar”, dijo el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una declaración institucional en la aseguró que “la sociedad española nunca cederá, nunca se someterá a los dictados de la banda terrorista”.
La víctima, el brigada del ejército español Luis Conde de la Cruz, de 45 años, perdió la vida en el último atentado con coche bomba registrado hoy cerca del Patronato Militar Virgen del Puerto, una institución académica militar de Santoña, en Catabria, y del que también resultaron heridas seis personas.
De la Cruz se encontraba de vacaciones en Santoña junto a su mujer, y tenía intención de regresar a Segovia hoy mismo. Sus restos fueron trasladados esta tarde a la academia militar de su lugar de nacimiento, donde quedó instalada la capilla ardiente.
Rodríguez Zapatero afirmó que “España someterá a los asesinos” al peso de la ley y de la acción de la justicia, luego de expresar sus condolencias a la viuda y al hijo del militar, Iván, quien afirmó que “ETA no se va salir con la suya nunca”, y pidió al gobierno detener las acciones del grupo armado y no permitir que “muera gente inocente por causas que no comprendemos”.
De la Cruz se convirtió en la tercera víctima mortal de ETA en lo que va de año, tras haber ultimado al guardia civil Juan Manuel Piñuel, en Legutiano, en mayo, y a Isaías Carrasco, ex consejero del Partido Socialista de Euskadi (PSE).
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció que existía el temor de que ETA intentara “cometer una barbaridad” tras las ilegalizaciones de los partidos Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), además de la proscripción de Gestoras pro Amnistía, la asociación de ayuda a los presos etarras y el encarcelamiento de sus dirigentes, incluido su máximo líder Juan María Olano.
Indicó que los cuerpos de seguridad trabajan sobre la hipótesis de que el auto utilizado en Cantabria, y los de la víspera en Vitoria y Ondarroa –en esta localidad se registraron doce heridos–, fueron “robados, cargados y preparados” en Francia y se sospecha que detrás de esto estaría el “reconstituido comando Vizcaya”.
El triple atentado provocó una imagen poco habitual en los últimos años: la unidad y la condena unánime de todos los partidos políticos del Parlamento español, incluido el derechista Partido Popular (PP), a la que se sumaron los principales sindicatos del país y las confederaciones de empresarios más representativas.
A su vez, el presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, señaló que “los atentados nos dan cada vez más asco”.
Las 14 asociaciones de víctimas del terrorismo, enfrentadas por razones ideológicas también expresaron juntas su “repulsa” por los métodos criminales y miserables que utilizan los terroristas para tratar de imponer su tiranía a la sociedad”, y abogaron por una respuesta “firme” del Estado de derecho para detener a los culpables.
En el País Vasco, la izquierda abertzale (nacionalista), actualmente ilegalizada, señaló en un comunicado que los “acontecimientos de estos últimos días, como las prohibiciones de manifestaciones, las detenciones masivas, ilegalizaciones, torturas, encarcelamientos y acciones armadas son una reveladora imagen de la crudeza del conflicto político que vivimos en Euskal Herria”.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, la Unión Europea (UE), y Colombia condenaron por separado los atentados y expresaron su apoyo y solidaridad con el pueblo y gobierno españoles.
El presidente francés, Nicolas Sarkjozy, aseguró a España el total apoyo de su país en la lucha contra el terrorismo, mientras que México rechazó “enérgicamente cualquier acto que atente contra personas inocentes”.