■ En Nueva York, exige Calderón nuevos esquemas de cooperación
Paga México alto precio por el consumo de drogas en EU
■ Se pretende modernizar Pemex, no privatizar la empresa, afirma
Nueva York, 23 de septiembre. El presidente Felipe Calderón afirmó que México está pagando un alto precio por el consumo de drogas en Estados Unidos, y consideró “imperioso” que ambos países establezcan nuevos esquemas de cooperación en la lucha contra el tráfico de drogas y de armas.
Reunido con integrantes de la Foreign Policy Association, que lo presentaron como promotor de la privatización de Petróleos Mexicano (Pemex), Calderón señaló: “Siento haberles desilusionado a algunos de ustedes, pero lo que queremos hacer es fortalecer la empresa pública”. Consideró que “no es una buena idea” renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con lo que hizo alusión a las propuestas de campaña del candidato demócrata a la presidencia estadunidense, Barack Obama.
Al iniciar su visita a Nueva York, Calderón asistió a una cena y recibió un premio de esta organización de manos de David M. Cote, director general y presidente de Honeywell. El empresario lo describió como nativo de la ciudad colonial de Morelia, ganador de unas elecciones disputadas y quien ha gobernado con una filosofía “flexible y pragmática”.
Además, hizo un reconocimiento al jefe del Ejecutivo mexicano, porque “él y su gobierno han hablado de una completa privatización, tal vez parcial, de las empresas energéticas, incluyendo Pemex. Esto no es fácil, porque 40 por ciento de los ingresos del gobierno derivan del sector de energía y hay un problema con las reservas decrecientes”.
En la exposición que hizo en inglés, Calderón no dejó pasar este planteamiento y aseguró que si bien impulsa reformas en el sector energía, no son para privatizar sino para fortalecer las capacidades de la empresa pública que es Pemex, con la finalidad de que pueda producir más gas natural y petróleo.
Al referirse al proceso electoral de Estados Unidos, señaló que, independientemente de los resultados, pretende establecer una mejor relación con el nuevo gobierno de ese país, sobre todo de cara al “tremendo problema de seguridad” que enfrentan ambas naciones y que deben resolver juntos como socios estratégicos.
Calderón señaló que si los dos países quieren ganar esta guerra, deben trabajar juntos; y recalcó que el gobierno de Estados Unidos sabe que los grupos de delincuentes representan una amenaza para su seguridad nacional.
Después de calificar la Iniciativa Mérida de paso importante hacia una nueva era de “responsabilidades compartidas” en la guerra contra el crimen organizado, planteó la necesidad de estrechar la colaboración en áreas sensibles como el lavado de dinero y el tráfico de armas.
Mencionó que el año pasado el gobierno mexicano decomisó más de 14 mil armas, desde pistolas o armas largas hasta granadas, muchas de las cuales se venden en tiendas legales en Estados Unidos, cerca de la frontera.
En la sesión de preguntas, una persona preguntó al mandatario mexicano “¿cómo se rompió el brazo?”, a lo que Calderón respondió: en un “mal día”, cuando se cayó en bicicleta.
Cuando le pidieron su opinión acerca de la posible renegociación del TLCAN, dijo sentirse preocupado, porque observa en la campaña electoral que algunas personas proponen cerrar la economía estadunidense. Consideró erróneo pensar que en tiempos difíciles el proteccionismo económico es la respuesta, y declaró ser firme creyente de los beneficios del libre mercado.