■ El salvamento no es solución, es socialismo financiero y es anti estadunidense, dice un republicano
Critica el Congreso de EU manejo de la crisis y el plan de rescatar a Wall Street
Nueva York, 23 de septiembre. A pesar de alarmantes advertencias de que la economía más grande del planeta podría frenarse, legisladores demócratas y republicanos criticaron severamente hoy tanto el manejo de la crisis como la propuesta del gobierno de George W. Bush de 700 mil millones de dólares para rescatar al sector financiero.
Y aunque el liderazgo legislativo aún considera que se aprobará, tal vez no será tan rápido y la propuesta quedará modificada para incorporar mayor supervisión sobre el proceso de rescate, como algún tipo de medidas para ofrecer alivio a víctimas de la crisis hipotecaria y aparentemente, para, por lo menos de manera simbólica, imponer algunos costos a los ejecutivos multimillonarios responsables del desastre.
Ante todo esto, la niebla de la incertidumbre continuo dejando una sombra sobre Wall Street, donde la Bolsa de Valores se desplomó por 161 puntos más, y combinado con la jornada de ayer, ya suma una baja de más de 500 puntos para empezar la semana.
“Yo comparto la cólera que tiene la gente. Es vergonzoso ver esto. Creo que es vergonzoso para Estados Unidos. Hay mucha culpa por repartir”, consideró el secretario del Tesoro, Henry Paulson, hoy en la primera audiencia en el Congreso sobre la propuesta. Sin embargo, él y su colega, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, argumentaron que sin el plan de rescate habrá un grave deterioro donde pronto se congelará el crédito, se provocará una recesión, desempleo y más familias perderán su vivienda. Bernanke afirmó que “los mercados financieros están en una condición bastante frágil, y creo que ausente un plan empeorarán”.
Pero senadores del Comité Bancario, donde se realizó la audiencia, expresando aparentemente la creciente ira de sus bases electorales, interrogaron durante cinco horas a Paulson y Bernanke. El presidente del Comité, Christopher Dodd, declaró a medios que “lo que nos enviaron (la propuesta) simplemente no es aceptable”, mientras que el republicano de mayor rango en el comité, Richard Shelby, afirmó que “tenemos que ver algunas alternativas”.
En la audiencia, Dodd declaró que la propuesta del Tesoro, donde se le otorga un poder casi ilimitado al secretario para administrar los fondos, es “asombrosa y sin precedente en su dimensión y falta de detalle”. A la vez hizo eco del creciente coro que rechaza otorgar tanto poder sin condiciones al Ejecutivo bajo esta medida, comentando que permitiría al secretario del Tesoro actuar con “absoluta impunidad” y, dirigiéndose a Paulson, dijo que al ver todo esto “sólo puedo concluir que no es sólo nuestra economía lo que está en riesgo, sino nuestra Constitución también”.
Algunos de los comentarios más feroces provinieron de legisladores del mismo partido del presidente. “Este rescate masivo no es una solución. Es socialismo financiero y es anti estadunidense”, afirmó el senador republicano conservador Jim Bunning ante los dos funcionarios.
“Sólo porque Dios creo al mundo en siete días no significa que tenemos que aprobar esta legislación en siete días”, aseveró el representante republicano Joe Barton.
Y una vez más, ambos candidatos presidenciales se vieron obligados a declarar sobre el asunto; Barack Obama y John McCain expresaron preocupación para que los fondos de los contribuyentes sean gastados de una manera “responsable” y que los ejecutivos –quienes de hecho han sido muy generosos con los dos candidatos– no sean beneficiados y que sus compensaciones sean limitadas.
Es difícil calibrar cuánto de todo este debate es teatro y cuánto no, ya que los legisladores de ambos partidos están muy concientes de que las elecciones nacionales (tanto presidenciales como legislativas) están a sólo unas seis semanas de distancia. Por lo tanto, hay un consenso de que el Congreso tiene que “actuar”, pero a la vez cada quien tiene que cuidar su imagen para evitar que se perciba que está al servicio de los ricos y los responsables de esta crisis.
De hecho, la crisis financiera ha beneficiado al demócrata Obama; la encuesta más reciente de CNN/Opinion Research Corp difundida el lunes registra que 47 por ciento culpa a los republicanos por la crisis actual contra sólo 24 por ciento que responsabiliza a los demócratas, y consecuentemente incrementó el porcentaje de quienes opinan que Obama sería una mejor opción para manejar la economía.
Al mismo tiempo, una gran mayoría cree que el plan de rescate para Wall Street será “injusto” para los contribuyentes comunes.