■ También omite referirse en la ONU a los efectos de la crisis en EU
Morelia, ausente de la condena de Calderón al terrorismo
■ Llama a la corresponsabilidad internacional en el combate al crimen
Nueva York, 24 de septiembre. Sin mencionar los atentados en Morelia, el presidente Felipe Calderón reprobó el terrorismo y llamó a la corresponsabilidad internacional en el combate al crimen.
Al acudir por primera vez a una sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aseguró que el alza de precios es un problema que no se puede eludir, aunque no hizo referencia alguna a la crisis económica estadunidense, tema en el que se han centrado los debates de los gobernantes que han desfilado por el salón de sesiones.
En la tribuna de la asamblea, puso énfasis desde el principio de su intervención en que las amenazas a la seguridad global provienen no sólo de conflictos entre estados, sino de las organizaciones criminales dedicadas al terrorismo o al narcotráfico.
Señaló que Latinoamérica es hoy una de las regiones del mundo con más muertes violentas, lo que ha limitado su desarrollo, y por eso hizo una convocatoria para diseñar nuevas formas de cooperación contra la delincuencia y el crimen organizado trasnacional.
En cuanto al terrorismo, señaló que cualesquiera sean sus explicaciones o motivaciones ideológicas, no tiene ni debe tener cabida en la comunidad de valores que con tanta dificultad se ha forjado.
“México lo reprueba y refrenda su voluntad de cooperar con base en el derecho internacional para prevenir actos terroristas y sancionar a sus autores”, afirmó.
Para Calderón Hinojosa, la paradoja es que todos estos problemas sólo se pueden enfrentar y resolver con acciones globales, que exigen, por tanto, la intermediación de la Organización de las Naciones Unidas.
En medio de la preocupación expresada en este foro, porque la crisis económica pone en riesgo el cumplimiento de las llamadas Metas del Milenio, el presidente mexicano afirmó que aun en ese entorno desfavorable, México está cumpliendo prácticamente con todos los objetivos e incluso se está marcando adicionales.
También puso como ejemplo a seguir la estrategia aplicada por su gobierno para garantizar la seguridad alimentaria, mediante una drástica reducción a los impuestos a la importación de productos básicos, el impulso a la producción agropecuaria y el aumento de transferencias directas a los seis millones de personas más pobres del país.
Abogó además porque la migración no se reduzca al tema de seguridad o a su gestión como un fenómeno económico.
El Ejecutivo mexicano no perdió la oportunidad de promover la candidatura de México para ocupar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2009-2010, lo que se definirá en un par de semanas.
Ofreció que, de ser electo, México actuará con base en los valores esenciales de la comunidad internacional: la prevención y la solución pacífica de controversias, la prohibición del recurso a la amenaza o al uso de la fuerza, el respeto a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, al derecho internacional y a los derechos humanos.
Señaló que su gobierno aspira a participar en este órgano para promover los ideales del México democrático y promotor del estado de derecho y apoyar las labores que se orienten a reconstruir sociedades e instituciones desgarradas por las guerras y por las nuevas amenazas.
Al final, dijo que trabajarán para que las controversias entre estados se diriman en la etapa más temprana posible ante la Corte Internacional de Justicia y sean acatados sus fallos.