■ La situación en EU, prueba del fracaso de un modelo económico: mandatarios del tercer mundo
La crisis financiera acapara los discursos en Naciones Unidas
■ Los fondos destinados al rescate de bancos pueden erradicar el hambre en el mundo: Bachelet
■ El problema en países desarrollados, producto de la especulación inmoral, dice Fernando Lugo
Ampliar la imagen Los presidentes de Chile, Michelle Bachelet, y de Paraguay, Fernando Lugo, al participar en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas que se desarrolla en Nueva York Foto: Reuters
Nueva York, 24 de septiembre. El desfile de oradores en el segundo día de debate en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas continuó catalogando, frecuentemente en tonos apocalípticos, los desastres que se presentan en todo el planeta, pero la atención recae en una crisis cuya zona cero, Wall Street, está a sólo 50 cuadras de la sede de este organismo mundial.
Sin embargo, ante tanta crisis y una coyuntura que deja al descubierto los mitos del modelo neoliberal, lo notable son las voces, algunas nuevas, otras no, cuyas críticas tienen un mayor eco dentro de esta gran sala.
Mientras casi todos los oradores ofrecían una larga lista de miserias que padecen miles de millones de seres humanos, junto con la crisis ecológica, la de alimentos, la de energía, la de la ONU, y tantas crisis más que casi se vuelven una “crisis de las crisis”, la situación financiera en Estados Unidos ahora amenaza los intentos para solucionar todas las demás.
De hecho, el programa de mañana es una reunión de “alto nivel” donde más de cien líderes mundiales se enfocarán sobre cómo traducir los compromisos conocidos como las Metas de Desarrollo del Milenio en acciones que logren cumplir las ocho metas antipobreza para 2015.
Sin embargo, la crisis financiera y los incrementos en los precios de los alimentos y el petróleo a nivel mundial, ahora amenazan convertir estos objetivos en un fracaso más de la ONU. Algunas de las organizaciones filantrópicas más grandes del mundo, al igual que estrellas como Bono, súper millonarios como Bill Gates y otros, se presentarán para prestar apoyo a estas iniciativas y promover su cumplimiento.
Por ahora, el enfoque es cómo rescatar a los ricos con el paquete de 700 mil millones de dólares propuesto por el gobierno de George W. Bush para el sector financiero, recursos que superan el total requerido para alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio.
Por segundo día, mandatarios del llamado tercer mundo, al pasar al podio ante la Asamblea General, se refirieron a la crisis económica en Estados Unidos como prueba del fracaso de un modelo con consecuencias severas para todo el planeta.
“La avaricia e irresponsabilidad de unos pocos, combinada con la negligencia política de otros, han hundido al mundo en una situación de gran incertidumbre”, declaró Michelle Bachelet, presidenta de Chile, al señalar que los fondos destinados a rescatar los bancos podrían erradicar el hambre en el planeta. Al afirmar que “un mundo mejor es posible”, insistió en que para lograrlo se necesitaba una nueva determinación para insistir sobre el compromiso de crearlo, lo cual por ahora está ausente ante la crisis financiera.
José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de Cuba y jefe de la delegación cubana, declaró que “el orden internacional vigente, injusto e insostenible, deber ser sustituido por un nuevo sistema verdaderamente democrático y equitativo” poniendo fin a la marginación de las mayorías del planeta.
Y advirtió que “no existen alternativas” a esa opción. “Los responsables de este estado de cosas, los países industrializados y, en particular, la única superpotencia, deben asumir sus responsabilidades. No se pueden seguir derrochando fabulosas fortunas mientras millones de seres humanos padecen hambre y mueren de enfermedades curables”, entre otros problemas. “Ni los pueblos ni el propio planeta lo permitirán sin grandes convulsiones sociales y gravísimos desastres naturales”, advirtió, señalando como ejemplo los huracanes que han azotado a Cuba, Haití y otros países caribeños.
“Nuestras naciones han pagado y tendrán que continuar pagando el costo y las consecuencias de la irracionalidad, el derroche y la especulación de unos pocos países en el norte industrializado”, a los que responsabilizó de la crisis alimentaria, y otras, a través de la liberalización comercial y los ajustes estructurales. Pero afirmó que no llegaron a la Asamblea General “para lamentarnos” y en nombre del Movimiento de Países No Alineados, demandó el cumplimiento de las naciones ricas con los compromisos de las Metas de Desarrollo de Milenio, además del fin de las guerras de ocupación y el saqueo de los recursos naturales.
Como otros líderes latinoamericanos en esta sesión, ofreció ejemplos de un nuevo modelo de cooperación y solidaridad multilateral que se está construyendo en el sur, dando el ejemplo del Alba, PetroCaribe y más.
Por cierto, hoy los presidentes de los países de América del Sur realizaron una reunión de su nuevo agrupamiento Unasur, en la cual destacaron su función en apoyo al gobierno legítimo de Bolivia, así como sus propuestas para continuar estableciendo consensos con una perspectiva regional para resolver conflictos y problemas comunes, a pesar de diferencias entre ellos. Su encuentro hoy pareció más que nada anunciar su presencia en la comunidad internacional, y de manera implícita, la ausencia de países del norte, sobre todo Estados Unidos, en su ejercicio.
También hoy marcó la presentación del nuevo presidente paraguayo ante la comunidad internacional. Fernando Lugo Méndez llegó con un mensaje a esta sede mundial: “este es un sitio donde el poder del mundo escribe todos los años una historia que debe, por sobre la alta retórica política, constituirse en herramienta que produzca la poesía de eliminar el hambre, el abrazo de la equidad entre las naciones y la arquitectura de un futuro mejor para todos y todas”.
Dijo que su nuevo gobierno es una respuesta al deseo por la justicia social y para frenar la destrucción ambiental como el combate a la corrupción en su país, “Paraguay se integra a los vientos del cambio democrático en la región”.
Al pisar el primer mundo, también se sumó al coro sobre lo que representa la crisis: “Hoy se reedita esta crisis financiera en economías desarrolladas, como producto de una especulación inmoral… esta especulación es movida por el único afán de lucro, que privatiza los beneficios y socializa los costos de las economías de mercados no regulados”.
Nuevas voces brotan desde el sur aquí en el ombligo del norte. Dentro de una organización mundial que requiere, dicen casi todos, de una renovación, tal vez sean estos, y no los que aparentemente están suficientemente cómodos como para no tener urgencia en hacer algo al respecto más que hablar, los que reacondicionarán estos edificios cada vez más viejos.