■ Reconoce el titular de la Ssa las carencias del sector en ese sentido
Critican legisladores la falta de calidad de los servicios médicos
■ Senadores muestran diposición a colaborar para que no se reduzcan recursos a este ramo
Ampliar la imagen El titular de la Ssa, José Ángel Córdova Villalobos, al comparecer ante legisladores. Lo acompañan los senadores Ernesto Saro y María Elena Orantes Foto: Yazmín Ortega Cortés
En distintos tonos, los senadores de las principales fuerzas políticas del país criticaron la falta de calidad y calidez que priva en los servicios de salud pública. En cualquier centro clínico y hospital del país es evidente el problema, advirtió el senador perredista Antonio Mejía Haro, mientras María Elena Orantes, del PRI, resaltó que el incremento en el presupuesto de la Secretaría de Salud (Ssa) no se ha reflejado en una mejoría de la atención que reciben los pacientes.
Más moderado, Ernesto Saro, presidente de la Comisión de Salud del Senado de la República, planteó la necesidad de revisar los criterios de evaluación del Seguro Popular porque hasta ahora se ha centrado en la afiliación de familias y tendría que extenderse a la calidad de los servicios.
Al comparecer en el Senado, como parte de la glosa del segundo Informe de gobierno, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, reconoció las carencias. “A lo mejor algunas cosas no las hemos hecho bien, pero vamos a mejorar”, dijo y resaltó las acciones en ese sentido, principalmente para alcanzar la cobertura universal e integración funcional del sector en el año 2010.
Sin embargo, también advirtió sobre el riesgo que existe de no cumplir esta meta si se carece de recursos económicos suficientes. Confirmó que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2009 plantea un déficit de 4 mil millones de pesos para el Seguro Popular y de alrededor de 9 mil millones más para la conclusión de las obras en proceso. También faltan recursos para la regularización de las plazas de trabajadores (La Jornada 18/09/08).
Resaltó que la ley es muy clara sobre los montos que cada año se deben asignar al Seguro Popular para cumplir con la meta de afiliar a, por lo menos, 1.7 millones de nuevas familias cada año. Confió en que los diputados harán las reasignaciones necesarias para continuar con el proyecto de cobertura universal de servicios de salud.
El recorte del presupuesto a la Secretaría de Salud (Ssa) también pone en riesgo otros programas, como el de la vacunación contra el virus del papiloma humano, la continuación de la protección contra el rotavirus y el neumococo, e incluso, la prestación de servicios médicos a las personas que viven con VIH/sida. Y es que, explicó Córdova, si la Cámara de Diputados no corrige las asignaciones presupuestales para el Seguro Popular, habrá necesidad de hacer una reingeniería para no afectar los programas prioritarios.
Sobre el tema, los senadores expresaron su preocupación y disposición a colaborar para que la Ssa cuente con el presupuesto que marca la ley. Ernesto Saro reconoció que es necesario incrementar los recursos para la seguridad pública, pero ello no debe menguar los presupuestos de áreas como la salud.
Antonio Mejía, del PRD, afirmó que las carencias en los servicios médicos son sustantivas y se agudizan en el Seguro Popular, particularmente en el primer nivel de atención.
Destacó la gravedad del problema porque la Secretaría de Salud y los servicios estatales atienden a más de la mitad de la población, los más pobres y expuestos a enfermedades.
En su oportunidad, Córdova Villalobos explicó que en el camino hacia la integración funcional del sector ya existe un paquete básico de prevención, igual para todas las instituciones sanitarias.
Luego de escuchar los posicionamientos de los partidos representados en el Senado, Córdova Villalobos hizo una exposición con los programas principales del gobierno federal y anunció que en noviembre iniciará la aplicación de las primeras dosis de vacunación contra el virus de papiloma humano causante de gran parte de casos de cáncer cérvico uterino.
Explicó que el programa iniciará en los 125 municipios con menor índice de desarrollo humano, y en beneficio de 82 mil 598 niñas de 12 a 16 años de edad, aunque especialistas todavía analizan si es factible aplicar sólo dos dosis del biológico. El laboratorio dice que deben ser tres aplicaciones, pero ayer el secretario de Salud planteó que, nuevamente, el problema es económico, pues la vacuna tiene un costo de 43 dólares.