Mano dura, recurso institucional para la crisis de la filarmónica
Para la secretaria de Cultura, Elena Cepeda, la aguda problemática de la OFCM quedó ya superada. Lo que sigue, resume, es que “la orquesta esté en los medios de comunicación por sus logros y éxitos, y no por los conflictos internos”.
El cese del trombonista Julio Briseño durante las vacaciones de verano y la reciente renuncia del contrabajista Nicola Popov –ambos, principales en sus respectivas secciones– son parte del saldo de la política de “mano dura” con la cual la funcionaria ha enfrentado la más severa crisis en la historia de la agrupación, que el pasado 14 de septiembre cumplió su 30 aniversario.
–¿Cómo llega la OFCM a este 30 aniversario, desde el punto de vista institucional?
–Al llegar a la secretaría, me encontré con una orquesta dividida, y ahora la observó más unida, trabajando muy bien, mostrándose como la mejor del país y de América Latina.
“Para enfrentar la situación, me tracé una ruta crítica, y así hemos seguido punto por punto.”
–¿Cuáles han sido los principales lineamientos de esa ruta?
–El principal era unificar a la orquesta; fue el mayor reto, y creo que ya se consiguió. Sólo salieron dos de los músicos –los ya mencionados–, y el grupo vive un ambiente más tranquilo, positivo.
–¿Sí ha funcionado, pues, esa política de “mano dura”?
–Son la sociedad y los medios de información los que deben evaluarlo. Aunque siento que sí, porque la orquesta ya está unida y trabajando muy bien.
–¿Cuáles son los ofrecimientos que se han cumplido de aquéllos que usted planteó para solucionar los problemas?
–Primero, la orquesta está unida; segundo, sacamos la convocatoria para ocupar las plazas vacantes de atrilistas; tercero, ya están las bases de operación.
“También mantenemos comunicación con la Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito Federal para incrementar el salario de los músicos. Los mejores músicos del país deber tener los mejores salarios del país.”
–¿Cómo responde a las críticas que la tachan de autoritaria?
–Hay algunos músicos, muy pocos, que no entienden que la autoridad tiene que ejercerse, dirigir. Y aplicarla me ha resultado, no sólo en la filarmónica, sino en las demás instancias de la secretaría. Ha sido muy exitosa la mano firme.
“Cuando se decía que la orquesta estaba en crisis, lo que sucedía es que había dos o tres músicos que generaban esa percepción hacia afuera, pero la realidad no era así.
“Tan no había tal crisis que una vez que esos dos músicos se han retirado no han contado con el apoyo de la orquesta; se han quedado solos.”