■ Prevén intenso debate por el dictamen de las multas a PRD y PAN
Molesta a partidos el manejo político de los tiempos en el IFE
■ Arranca proceso 2009 y el instituto llama a asumir comportamiento recto
En el Instituto Federal Electoral (IFE) comienza una intensa semana, ya que por principio tiene en su agenda la imposición de multas millonarias a todos los partidos, pero centralmente al PRD y al PAN, a los que les pretende hacer pagar por sus acciones de 2006 y 2008, por lo que se anticipa un intenso debate.
Apenas cuatro días después convocará a los partidos a asumir un comportamiento recto para los comicios del 2009 y consolidar la democracia, al iniciar oficialmente el proceso federal.
Producto de la arraigada práctica de administración de los tiempos políticos para el desahogo de asuntos espinosos asumida por el IFE desde la renovación del Consejo General, en 2003, esta nueva integración debió operar bajo la consigna de su consejero presidente, Leonardo Valdés, de cerrar todos los saldos de 2006 que le heredó su antecesor, Luis Carlos Ugalde.
Por lo pronto, hoy se debatirá si se ratifican las multas de 63.5 millones de pesos al PRD –57 millones por diversas quejas– y de 38 millones al PAN, como se desprende de los proyectos que se presentarán.
Al parecer, el dictamen que los consejeros integrantes de la Comisión de Quejas y Denuncias aprobaron –en su mayoría conformada por consejeros que no fueron removidos y, por tanto, fueron actores durante los meses de agitación poselectoral de 2006– no tendría todo el aval del resto de los consejeros.
En principio, algunos aún valoraban este fin de semana el sentido de su voto, particularmente por el sensible incremento que los consejeros de la comisión hicieron en el monto de las multas. En el caso del PRD pasó de 4.9 millones de pesos a 57 millones el paquete correspondiente a 2006, y de 650 mil pesos a 13 millones por la toma de la tribuna legislativa por la reforma energética, en función de la propuesta original de la secretaría ejecutiva.
Después de años...
Las “circunstancias” orillaron a que esta semana sea una de las más peculiares en la historia del IFE, donde por añadidura se presenta una paradoja, según ha denunciado el PRD, desde que se conocieron los dictámenes y sus montos: las ilegalidades cometidas por el actual presidente de la República, Felipe Calderón, al incurrir en actos anticipados de campaña y en las que a su vez incurrió su antecesor, Vicente Fox, quien, según definición del dictamen del IFE, se entrometió de manera “abusiva” en el proceso, tendrán una menor sanción que las reacciones perredistas a las irregularidades.
No sólo al PRD dejó inconforme la decisión de sancionarlo ahora, sino también al PAN le irritó el manejo de los tiempos políticos. Inmerso como está el panismo en buscar avales entre la oposición para el relanzamiento de la estrategia de seguridad pública, considera insensato por parte del instituto abstraerse del debate político para lograr consensos y reabrir la confrontación de 2006.
En la sesión de hoy lo mismo se discutirán quejas correspondientes a hechos registrados en junio de 2005, cuando el panismo y los aspirantes priístas a la candidatura presidencial se desbordaron en promocionales en medios electrónicos, que la toma de la tribuna legislativa para evitar que pasara la reforma energética oficial, ocurrida apenas en abril pasado.
Aunque de acuerdo con algunas fuentes, la dilación en resolver las quejas obedece a la sobrecarga de trabajo y la insuficiencia –en vías de corregirse con la contratación de abogados– del personal en la Dirección Jurídica del IFE, lo cierto es que coincidentemente el instituto ha vuelto a su práctica de prolongar lo más posible sus decisiones.
El instituto habrá de definir los principales saldos de 2006 ante la imperiosa necesidad de fijar criterios –dicen algunos consejeros– para 2009, y para tal efecto, por ejemplo, se apresta a exonerar al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de toda acusación y, en consecuencia, a la empresa Televisa, por haber difundido sus promocionales.
Las imputaciones fijadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la resolución de la calificación presidencial, donde se asume la ilegalidad de la conducta de ese grupo empresarial, no incidió en los criterios aplicados por el IFE. En principio, se basó en dos aspectos: la imposibilidad de sancionar al CCE bajo la legislación vigente entonces y el respeto a la libertad de expresión, pues no se encontró que el PAN y el PRI se hubieran beneficiado de esos mensajes.
Con ello se desechó un proyecto que la propia área ejecutiva había elaborado y distribuido hace algunos meses, en donde si bien se reconocía la imposibilidad de sancionar, sí se asumía la ilegalidad en que se incurrió. Entonces se definió “fundada pero inoperante” la queja y se añadía una referencia a Televisa por haber difundido esta propaganda ilegal. Todo eso desapareció, para presentar hoy un dictamen de exoneración.
La mayor polémica surgirá por las sanciones al PRD, al que se le responsabiliza de violar el artículo 38 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, el cual establece como parte de las obligaciones de los partidos: “conducir sus actividades dentro de los cauces legales y ajustar su conducta y la de sus militantes a los principios del Estado democrático, respetando la libre participación política de los demás partidos y los derechos de los ciudadanos”.
Por ello pretende sancionar al PRD, pues en el plantón en Reforma se consideró que se afectaron derechos de terceros con esa movilización. También se valora que el sol azteca incurrió en una “conducta intencional, reiterada y sistemática, por lo que la infracción debe ser considerada como particularmente grave”.