Balance de la Jornada
■ El grupo de la muerte, al rojo vivo
Ampliar la imagen Pesar celeste tras sumar el partido número 13 sin poder ganarle al América Foto: Víctor Camacho
Chivas y América vivieron una semana de resurrección y la lucha en el llamado grupo de la muerte está más viva y emocionante que nunca. El equipo tapatío aprovechó su primacía sobre los rojinegros del Atlas, mientras las Águilas festejaron el regreso contundente de su Mesías, el paraguayo Salvador Cabañas, para rubricar su paternidad sobre un Cruz Azul que increíblemente flaquea, se paraliza y tiembla frente al color amarillo.
Rebasada la mitad del torneo, esta situación resulta una inyección de vida al gris certamen en el que abundan los altibajos y no resulta casual que el líder sea el frío y defensivo San Luis. Un claro ejemplo de esto resultan los equipos regios Tigres y Monterrey, así como Pumas, que van cuesta abajo tras un esperanzador inicio o, en contraste, un Morelia que va a la alza en el reñido sector dos.
Las jettaturas existen. Con amargura la UNAM acaba de comprobar que difícilmente le puede ganar en casa a San Luis Potosí y tampoco logró sacudirse la hegemonía del Atlante, su verdugo en la final antepasada. Chivas, a pesar de las quejas atlistas por el arbitraje, refrendó su superioridad, mientras La Máquina llegó a 13 partidos de liga sin vencer al terrorífico América, su peor pesadilla.
Con todo y su mala restructuración, encabezada por Michel Bauer, y pese a seguir en el sótano de su grupo, las Águilas deben tener su punto de ascenso a partir de la victoria sobre La Máquina. Ni siquiera requieren una sustancial mejora orquestada por el Pelado Díaz, quien resultó su mayor inversión en dinero y su máximo fiasco, pues le bastará con tener en forma óptima a sus héroes: Cabañas y Memo Ochoa.
El equipo de la UNAM fue cimbrado en Cancún y la mala racha puede alargarse en las fechas 11 y 12, cuando reciba al América y Cruz Azul. El técnico Ricardo Ferretti tiene mucho quehacer para no decepcionar a su público. Le urge otro título antes de operarse la cadera de una añeja lesión, que lo obligará a interrumpir su larga carrera.
En la décima jornada destacaron porteros y novatos. Oswaldo Sánchez evitó una goliza para Santos, mientras Guillermo Ochoa mantuvo el cero en su marco. Chivas mostró que la cantera tiene más y debutó a Hugo Hernández, quien no desentonó, aunque pareció excesivo el castigo para Sergio Rodríguez. Los juveniles Arnhold Rivas y Néstor Calderón, de Tecos y Toluca, anotaron tantos fundamentales para los suyos.
Mal augurio arrojó la reunión de la FIFA en Zurich, donde los federativos mexicanos salieron con luz verde para realizar movimientos sin límite en el próximo draft, lo cual sólo beneficiará a los equipos de gran capacidad económica, aunque, claro está, ningún dinero es garantía de títulos.
El seleccionador Sven-Goran Eriksson padeció su primera derrota al frente del Tri. A los federativos mexicanos no les importó haber roto la racha ganadora sobre la selección de Chile, ni que jugadores importantes como Sinha arriesguen el físico antes de haberse recuperado al ciento por ciento, sino los dólares que deja el contrato con la empresa SUM.