■ No juego con el oportunismo ni la superficialidad, dijo en entrevista El fotógrafo del alma

Desdeña César Saldívar el título de “retratista del cine español”

■ “Mi compromiso es demostrar a México, mi tierra, quién soy ahora”, expresó

■ Está en el país para presentar De ida y vuelta, proyecto que comprende una exposición y un libro

Ana Mónica Rodríguez

En su afán por ingresar al mundo de la cinematografía, César Saldívar comenzó hace una década el oficio que lo ha encumbrado en España y en otras latitudes del orbe: la fotografía.

Considerado El fotógrafo del cine español, El fotógrafo del alma o El chamán de la luz natural, Saldívar asegura en entrevista con La Jornada: “No juego con el oportunismo, con la superficialidad ni con la etiqueta de ser considerado el retratista de la cinematografía española.

“El compromiso que tengo –puntualiza, quien ha sido reconocido por diversos medios de comunicación y actores en Europa– es demostrar a México quién soy ahora.

“Una de las cosas que más he valorado en esta década, además de mi carrera y crecimiento personal, ha sido el proceso de mexicanización que ha sucedido en mí desde que vivo en Madrid.”

Con su lente, el fotógrafo mexicano ha convertido en su sello característico el juego con los claroscuros, para inmortalizar a Pedro Almódovar, Gael García Bernal, Paco Rabal, Patricia Reyes Spíndola, Odiseo Bichir, Javier Bardem, Roberto Cobo, entre otros personajes del séptimo arte, sobre todo del español.

Saldívar es ya todo un referente de la cámara análoga, mediante la cual despoja a sus retratados de toda la banalidad y la frivolidad: “No es el mundo del famoso el que me interesa; me atrae la magia del actor, porque es una paleta de emociones y porque me permite experimentar infinidad de sentimientos, con los cuales comunico mi trabajo. No me quedo en la imagen, sino llego al contenido, a lo intangible”.

Explica: “luego de los proyectos que he realizado en una década, además de los ocho libros publicados, he reafirmado que el universo del actor es mío, son mis colores y por medio de ellos culmino mi obra”.

Excepcionales retratos, imágenes de desnudos, dorsos masculinos y femeninos, y otras tantas gráficas de sentido social, como el de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, así como la violencia de género, integran el innumerable acervo del mexicano, nacido hace 45 años en Monterrey, Nuevo León.

“No sé cuánto material he capturado, tal vez oscile entre los 20 mil negativos tomados desde hace 10 años”, asegura Saldívar, quien se define a sí mismo como hombre de retos, humanista, al que sólo le falta ser reconocido en su tierra.

El fotógrafo trabaja desde hace un año en un proyecto dedicado a México y a las celebraciones del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. Esa serie de imágenes serán reveladas y seleccionadas en París en los próximos meses, para mostrar una mirada del México contemporáneo mediante lugares y poblados elegidos ex profeso para este proyecto, el cual surgió a iniciativa del fotógrafo y sin apoyo institucional.

“Me gusta mucho mi independencia, porque me permite tener un lenguaje claro, personal que no esté al servicio de nadie, pero sí de mis emociones y del arte por sí mismo; además, trato de hacer las cosas en las que creo y retrato a la que gente a la que reconozco, sin importar si es famosa o no.”

Puntualiza: “Quiero hacer un retrato universal de este país para recuperar el costumbrismo y las cosas que la fotografía contemporánea ha desdeñado, porque desde que entra la era digital a todo mundo le da por los conceptualismos y captan terrenos baldíos o andamios”.

César Saldívar se encuentra en el país para presentar el proyecto De ida y vuelta, con el cual hermana a España y a México, mediante una exposición y un catálogo, en el cual se dan cita los universos de diversos actores de la cinematografía de ambas naciones.

La muestra se encuentra abierta al público en la Fototeca de Veracruz. El libro, de título homónimo, fue presentado hace unos días en la Feria del Libro de Aguascalientes.

Saldívar es un artista independiente que trabaja con luz natural: “nunca utilizo lámparas, e incluso a la estrella más cotizada la puedo sacar con líneas en la cara; mi trabajo es demasiado honesto y a veces puede ser despiadado, en el buen sentido de la palabra”.

Compartir con México sin olvidar España

Después de múltiples reconocimientos, César Saldívar regresa a sus orígenes y pretende generar un espacio especial “aquí, en mi casa, y aportar algo de mi pensamiento a la generación actual, que de tan sobreinformada, es necesario que sepa algo, aunque sea un poquito.

“Pertenezco a dos realidades, y en esos dos mundos entrego todo, porque nunca he jugado en dos equipos, pero creo que me corresponde hacer presencia y compartir con México todo lo conseguido, y, desde luego, nunca olvidar a España, que fue donde inicié mi carrera”, puntualiza.

César Saldívar, quien se define como ser humano inquieto, rebelde y, sobre todo, humanista, trabaja bajo la premisa fotográfica y el afán romántico sujeto-fotógrafo-cámara.

“Creo las imágenes en el instante de disparar mi cámara y no pienso en rescatarlas posteriormente en el cuarto oscuro.”

Entre sus exposiciones figuran Sueños, divas y gloria de Almódovar; Mitos y divas de Almódovar; Photoespaña off (colectiva); Luz interior; Made in Brazil, el desnudo masculino; Luz y retrato del nuevo cine mexicano; Luz natural; Ciudad Juárez I; Transiciones; Juárez II, y Mujer y retrato del cine español.

Algunos de los libros que ha publicado son Una mirada al cine español, Juego de luces, Espejos femeninos, Reflejos masculinos y Non Smoking Society, entre otros.