■ La crisis económica eclipsa el problema ambiental: Semarnat
México insistirá sobre atención al cambio climático, en foro mundial
En México se estima que hay alrededor de 110 millones de aparatos eléctricos y electrónicos, de los cuales al menos 10 millones son considerados desechos que, de reciclarse y reutilizarse, generarían ganancias importantes, pero sobre todo dejarían de constituir un riesgo potencial para el entorno ambiental, toda vez que la mayoría contienen elementos contaminantes como plomo, mercurio, berilio y algunos compuestos orgánicos como éteres y bifenilicos polibromados, advirtió el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
De acuerdo con el investigador del Centro Interdisciplinario de Investigaciones sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (Ciiemad), Guillermo Román, se estima que de los desechos electrónicos que existen en México se pueden obtener anualmente 11 mil toneladas de vidrio, tres mil de plomo, 10 mil de acero, mil de zinc, siete de tantalio, siete de berilio y una de oro.
El científico consideró urgente desarrollar un banco de datos nacional sobre producción, importación, exportación y consumo de aparatos electrónicos, con lo que se tendría información permanente acerca del estado de éstos en el territorio nacional.
Asimismo, sostuvo que se requiere de un programa estratégico para el manejo de desechos de aparatos eléctricos y electrónicos, que en la normatividad actual están catalogados como residuos de manejo especial y no como peligrosos.
Román Moguel advirtió que en el país existen actualmente 54 millones de líneas de telefonía celular, 19 millones de líneas telefónicas fijas, 25 millones de televisiones y 12 millones de computadoras personales, de los cuales en cinco años más de la mitad serán obsoletos y se constituirán en desechos, por lo que de no reciclarse se convertirán en “basura contaminante”.
De acuerdo con la información difundida por la casa de estudios, el doctor en procesos metalúrgicos por la Universidad de Columbia Británica, Canadá, afirmó que más de 90 por ciento de los desechos electrónicos del sector público y privado no pasan por un proceso de desmantelamiento, reciclaje y recuperación de metales, para disminuir el impacto al ambiente.
Precisó que siete entidades del país cuentan con plantas productoras de aparatos electrónicos: Baja California, con 213; estado de México y Distrito Federal suman 107; Chihuahua, 98; Jalisco, 77; Tamaulipas, 62; Nuevo León 49, y 25 en Querétaro.
En la reunión sobre cambio climático que hoy se inicia en Poznan, Polonia, la postura de México será insistir en que el tema no quede eclipsado por la crisis económica, pues se trata de “una situación de atención inmediata y urgente”, dijo el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada.
“Lo más importante es que no por la crisis los países dejen a un lado los problemas del cambio climático, el cual no espera a crisis ni a mejores condiciones; es un tema que debe impulsarse fuertemente e incluso recurrir a instituciones internacionales para atender sus efectos”, asentó.
Recordó que México propuso la creación del Fondo Mundial sobre Cambio Climático y que el Banco Mundial opera 6 mil millones de dólares para atender dicho fenómeno. “México forma parte de esa estructura para atraer parte de esos fondos que podrían servir para atender los puntos de la llamada agenda gris –que incluye el mejoramiento de refinerías, termoeléctricas, construcción de empresas hidroeléctricas–, así como de la agenda verde, que trata sobre conservación, reforestación y uso sustentable de los recursos”.
A la reunión internacional que hoy se inicia, y que concluirá el día 12, se espera que acudan unas 8 mil personas de 192 países que integran la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, entre ellos Estados Unidos y los 183 países firmantes del Protocolo de Kyoto. En ella se debatirá el futuro medioambiental, sobre todo ante la expiración del citado protocolo en el año 2012; hay expectativas en torno al trabajo conjunto para que los países desarrollados acepten reducir la emisión de bióxido de carbono (CO2) y ayuden con financiamiento y apoyo tecnológico a naciones en vías de desarrollo.
En el caso de México, dijo el titular de Semarnat, “también confiamos en el acercamiento con la ciudadanía para que la reducción de emisiones y sus efectos sean una exigencia permanente y no se comprometa el bienestar de las generaciones del futuro”.
El cambio climático es un asunto de seguridad nacional; por eso es fundamental que todos los gobiernos de los estados cuenten con un plan de acción climática para que tengan claras las acciones que habrán de instrumentar para contribuir a la disminución del calentamiento de la Tierra.
“Es necesario precisar las medidas de adaptación con las que haremos frente a los impactos negativos que ya se presentan en diversas regiones del país, particularmente en litorales”, abundó.
Destacó la necesidad de que el país cuente con un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero a escala estatal, por ser un instrumento para el desarrollo de procesos energéticos más eficientes y menos contaminantes.
Agregó que el reto de la institución en 2009 es “seguir avanzando en las áreas de conservación de la vida silvestre; en el decreto de mayor número de áreas naturales protegidas y que cuenten con presupuesto para guarda parques, elaboración de programas de manejo y un esquema más sofisticado de protección; fortalecer el Proárbol, y continuar con el pago de los servicios ambientales”.
Esos esfuerzos, asentó, deben seguirse realizando junto con la ciudadanía, los dueños de los ejidos y comunidades, los legisladores y los gobiernos de los estados.