■ Dos secretarios del “gobierno legítimo” despachan allí; buscarán acomodo en otro edificio
Ordena Ortega el desalojo del Frente Amplio Progresista de la sede del PRD
■ Di Costanzo renunciará al sol azteca: “no quiero que me confundan con la izquierda negociadora”
El equipo de Jesús Ortega Martínez inició ayer trabajos de mantenimiento en el edificio de Monterrey 50, que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) prestó al Frente Amplio Progresista (FAP) desde 2006, para que lo considerara su sede, y donde dos secretarios de gabinete del “gobierno legítimo” de México tienen sus despachos, para habilitarlo como oficinas de transición de la presidencia nacional perredista.
Aunque a Mario Di Costanzo y Laura Itzel Castillo, secretarios de la hacienda pública y de asentamientos humanos y vivienda, así como al coordinador nacional del FAP, Porfirio Muñoz Ledo –cada uno con una oficina y dos colaboradores trabajando allí– no se les ha pedido oficialmente que desocupen sus espacios, antes del jueves se espera que lo hagan por decisión propia. A partir de ese día, y en cualquier momento, Ortega con su grupo de colaboradores más cercanos ocuparán el edificio.
Di Costanzo desde ayer ya no se presentó a trabajar, cuando supo que por lo menos cinco perredistas se presentaron en Monterrey 50, alrededor de las 11 de la mañana, para verificar las condiciones del edificio, y hoy sus asistentes sacarán sus cosas del inmueble. Además advirtió que presentará su renuncia al partido, al cual se afilió en 1999.
“Después de estas actitudes pienso salirme del PRD porque no quiero que se me confunda con una izquierda negociadora, a modo para el gobierno de (Felipe) Calderón. Que ha solapado el proyecto económico y las reformas de Calderón. Y en segundo lugar, no estoy dispuesto a estar cargando ya con un lastre como lo ha sido, con todas las acciones que ha cometido Nueva Izquierda (corriente de Ortega) en contra del gobierno legítimo.
“Sé –añadió– “que soy un cero a la izquierda para estas vacas sagradas como Jesús Ortega y (Carlos) Navarrete, ésos que han vendido al país, pero sí pienso abandonar las filas del PRD. Eso ya no puede seguir”. Calificó la acción emprendida por el equipo del presidente nacional perredista de “muy vil”, porque hace como dos semanas “ellos (según declaraciones de Guadalupe Acosta Naranjo, ex presidente interino), dijeron que respetarían el espacio a los del gabinete legítimo, pero sé que he dicho cosas que les han molestado. Cuando señalo a la Luna, ellos ven el dedo”, sostuvo.
Espacio en otro edificio
Laura Itzel Castillo, por su parte, explicó que aunque aún no le piden la oficina que ocupa, la dejará porque no trabajará en el mismo edificio donde despache Ortega. Manifestó que se enteró en la mañana de lo que ocurriría, cuando llegaron al inmueble los encargados de verificar el estado en que se encuentra y comenzar a operar cambios en él. Al igual que Di Costanzo, sostuvo que buscará un espacio en el edificio que otros integrantes del “gobierno legítimo” ocupan en la calle de San Luis Potosí, frente a las oficinas de Andrés Manuel López Obrador.
La decisión de habilitar una oficina alterna para el presidente nacional del PRD es resultado de la falta de acuerdo entre corrientes perredistas para nombrar, durante el séptimo Consejo Nacional, a quienes ocuparán las carteras del secretariado, los órganos autónomos y representaciones del partido. Por el bloque Nueva Izquierda-Alternativa Democrática Nacional se menciona que podrían repetir en una secretaría Verónica Juárez, José Antonio Magallanes, Ángel Cedillo y se perfila Thelma Guajardo.
En Monterrey 50 se pudo verificar que la mayoría de las oficinas se encuentran abandonadas, que el edificio estaba sin mantenimiento ni limpieza, salvo en aquellos lugares ocupados por los ya mencionados, y por ello personal de intendencia del partido fue llevado para que se ocupara de esa labor. En tanto, técnicos habilitaban líneas telefónicas, agua, luz y demás. Cerca de las 2 de la tarde, la esposa de Ortega, Angélica de la Peña, se presentó para verificar los avances. Y poco después de su llegada cayeron dos de los tres pendones con las siglas del FAP y el lema “¡Por el bien de todos, primero los pobres!” Una tercera permanecía colgada hasta anoche, pero en cualquier momento también será retirada para, en su lugar, colocar el eslogan de Ortega: “Reformar es volver a crecer”.