■ Afirman que Estados Unidos buscará proteger aún más a sus productores
Sostienen campesinos que no es adecuado renegociar el TLCAN en la actual crisis
Ante la posibilidad de que el gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, proponga la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), integrantes del Congreso Agrario Permanente (CAP) se pronunciaron en contra de esa eventualidad, ya que “en medio de una crisis financiera y agroalimentaria mundial abrir ese pacto sería propiciar mayor desigualdad para los campesinos”.
La renegociación del TLCAN planteada por Obama durante su campaña a la presidencia no sería para favorecer a los productores de México, sino para proteger aún más a los agricultores estadunidenses, dijo la dirigente del Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos (Consucc), Guadalupe Martínez Cruz.
A dicha postura se han sumado los dirigentes de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), José Luis González Aguilera; Ignacio Irys Salomón, de la Coalición de Organizaciones Urbanas y Campesinas (Coduc), e integrantes de Alianza Campesina del Noreste (Alcano), por considerar que antes de la revisión del TLCAN, Estados Unidos debe aceptar la revisión del tema migratorio y cancelar la construcción del muro en la frontera común. “En un mundo globalizado en el que las fronteras comerciales se han derribado, Estados Unidos no puede pretender establecer un proteccionismo a ultranza hacia su economía tomando como pretexto la recesión económica”, sostuvieron.
Organizaciones del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc) y del Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp) asentaron que la demanda de revisión de ese tratado comercial está vigente desde la firma del Acuerdo Nacional para el Campo, desde entonces se ha insistido en la necesidad de renegociar el TLCAN, pero en beneficio de los campesinos mexicanos. El tema, asentaron, fue presentado al actual gobierno en la mesa de negociación que encabezó el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, en enero del año pasado.
Los integrantes de ambas agrupaciones argumentaron que la desgravación arancelaria lejos de ayudar a los campesinos fue la soga que destruyó su economía, sobre todo en básicos, por eso la insistencia de que se proteja a los productores de maíz, frijol y leche.
Federico Ovalle, dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), comentó que el balance de 14 años de vigencia del TLCAN es desfavorable: la dependencia alimentaria es mayor en 40 por ciento; se ha reducido el crédito para la mayoría de los campesinos y las tasas de interés son superiores a las de los competidores de Estados Unidos; las inversiones para la producción de maíz y frijol disminuyeron, y el Procampo que se entrega está devaluado y deja fuera a 30 por ciento de los campesinos. De continuar esta situación, las importaciones de maíz, en tres años, serán superiores a 14 millones de toneladas, y las de trigo se elevarán a 4 millones de toneladas.
La renegociación del tratado sería un elemento complementario al diseño de políticas internas, en diferentes plazos, para reactivar en todo su potencial al campo. Para el dirigente, en el corto plazo se requiere: renegociar el capítulo agropecuario del TLCAN, crear un fondo compensatorio internacional y poner en marcha un plan emergente para la producción de granos y oleaginosas.
En resumen, dijo, con el TLCAN se incrementaron las exportaciones de cerveza, tequila, tomate, pepino, pimiento morrón, entre otras hortalizas y verduras, y se elevaron las importaciones de carnes de bovino, cerdo y despojos de aves, por lo que la balanza agropecuaria ha sido deficitaria desde 1994.