Usted está aquí: martes 2 de diciembre de 2008 Economía México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega
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■ Descarada omisión de los gobiernos gerenciales

Los gobernantes-gerentes del mundo se mostraron “perplejos” por el estallido de la crisis económico-financiera en Estados Unidos y su expansión a la economía global; a coro gritaron que “no lo vislumbramos, fuimos sorprendidos” y se dieron golpes de pecho, porque “los indicadores no lo manifestaron”, “hasta ayer todo iba bien”.

¡Oh!, los cínicos cuan embusteros gobiernos gerenciales que prefirieron mantener la boca cerrada y aceitar la maquinaria de la especulación, el fraude y la transa de la economía de casino en la que han sumido al planeta, que cuidar, corregir y acotar a los voraces causantes de tal estallido, y prevenir a la masa desprotegida de lo que se cocinaba.

En otras palabras, es la versión internacional del “catarrito” mexicano (Agustín Carstens D.R.) o la tesis de la “crisis pasajera” del presidente Herbert Hoover en el crac de 1929, pero ahora repetida a lo largo y ancho del planeta por los gobiernos gerenciales que hoy, ya en el fondo del cráter y sin escalera a la mano, no saben cómo le van a hacer para salir de él, mientras los causantes del estallido se doran la piel en lujosos centros vacacionales a costillas del erario, es decir, el encargado de levantar el tiradero por ellos provocado.

Resulta que sólo hasta ayer, ya el planeta con la economía en el suelo, la crisis financiera a tambor batiente y el costo social a todo lo que da, los gringos “recordaron” que algo importante tenían que decir a la comunidad internacional: desde hace un año la economía estadunidense, el “motor del mundo”, está en recesión.

El reporte sobre el particular, de la agencia Afp, dice así: “la economía de Estados Unidos está en recesión desde diciembre de 2007, anunció este lunes un panel de economistas encargado oficialmente de estudiar los ciclos económicos. El Comité de Investigación del Ciclo Económico de la Oficina Nacional de Investigación Económica (National Bureau of Economic Research, NBER, entidad privada sin fines de lucro) dijo que llegó a esa conclusión. Pese a que una recesión es generalmente definida como dos trimestres consecutivos de descenso de la actividad económica, el panel tiene sus propios criterios para determinarla. Una recesión es un descenso significativo de la actividad económica que se extiende a través de sus sectores, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en producción, empleo, ingreso real y otros indicadores, señala el comité. La recesión comienza cuando la economía alcanza un pico de actividad y termina cuando la economía alcanza su piso. Entre piso y pico, la economía está en expansión. El comité subraya que identificó diciembre de 2007 como el mes en el que la economía alcanzó la cima, luego de determinar que el subsecuente declive de la actividad económica fue lo suficientemente amplio como para calificar como una recesión”.

Por su parte, la agencia Ap señala, sobre el mismo caso, que “el vocero de la Casa Blanca, Tony Frato, se negó a usar la palabra recesión al ser interrogado sobre el diagnóstico de NBER. Se limitó a decir que el NBER determina el comienzo y el fin de las fechas de ciclos comerciales. Añadió que lo importante es lo que el gobierno está haciendo. La cosa más importante que podemos hacer para la economía en la actualidad es devolver a la normalidad los mercados crediticios y financieros. Muchos economistas pronostican que la desaceleración de la actividad económica durará, por lo menos, hasta mediados de 2009, y que será la más grave desde la recesión de 1981-1982. Otros, en cambio, creen que esta es la peor crisis económica que vive el país desde la Gran Depresión de la década de 1930, pues sus efectos se están haciendo sentir a nivel mundial. Eso no ocurrió con la recesión de 1981-1982”.

De hecho, el primer aviso serio sobre la inminente aparición en escena de una nueva ola recesiva (la segunda en tiempos de Bush jr.) se dio en octubre de 2006, dos años antes de que la economía internacional fuera vilmente zarandeada y arrastrada por la brutal voracidad de Wall Street y demás casinos, y la obscena complicidad de la Casa Blanca y gobiernos gerenciales afines. Y ya el planeta en el suelo, con un costo económico y social escalofriante e incrementándose con una rapidez pavorosa, los vecinos del norte, oportunos como siempre, tienen el detalle de reconocer que “estamos en recesión desde diciembre de 2007”.

Todavía a principios de septiembre pasado se escuchaba al feliz candidato republicano a la Presidencia estadunidense, John McCain (que obviamente perdió las elecciones), presumir las bondades del modelito defendido e impulsado por George W. Bush y aplaudir, eslogan de por medio, “la fortaleza de nuestra economía y sus fundamentos”, para días después recular ante el estallido y “advertir” que “la economía de Estados Unidos está en crisis y los fundamentos amenazados”.

El primer eslogan del senador por Arizona fue repetido por todos los gobiernos gerenciales del planeta, sin advertir a sus presuntos gobernados del cada día más cercano estallido de la crisis; el segundo, también fue repetido, cuando ya nada podía detener la sacudida y debieron sacrificarse varias decenas de billones de dólares para “rescatar” a los causantes de esta hecatombe económico-financiera. Es el mismo manual utilizado por el inquilino de Los Pinos: primero “catarrito”, después “gripa”, más adelante “la crisis es externa” y aquí nos pela los dientes, para llegar, tarde y ya con el golpe dado, al sálvese quien pueda, como pueda.

Si esta cruenta historia refiriera los destrozos causados por un huracán como el Katrina, las autoridades que, conociendo el potencial del meteoro, no advirtieron en tiempo y forma de lo que se avecinaba, del alcance y sus consecuencias, y de la devastación para los habitantes de la zona afectada, tendrían que estar en la cárcel por delito de lesa patria. Pero como el descrito no es un fenómeno meteorológico, sino una descarada “omisión” (léase complicidad) de los supuestos responsables de cuidar a la ciudadanía, entonces hoy los gobiernos gerenciales apuran encuentros y cumbres, pronuncian miles de discursos y “aglutinan fuerzas” para, dicen, “encontrar salidas” a una crisis que bien pudieron evitar, por muy corta que sea la memoria de los gringos.

Las rebanadas del pastel

De la lectoría y las recetas contra los buitres financieros: “la mejor recomendación (para evitar que el banco emisor de su tarjeta de crédito atraque su cuenta de cheques por el retraso en el pago de sus consumos con dinero plástico) es cambiar la chequera a una institución en la que no se tengan adeudos (la tarjeta se queda en el mismo banco). Así lo tuve que hacer para que HSBC no siguiera metiendo la mano en mi dinero” (Antonio Hernández M., [email protected])... Una excelente noticia para los fumadores: a partir de ayer, las trasnacionales que fabrican cigarrillos en el país aplicaron el tercer aumento del año al precio de los tacos de humo. El suscrito ya los compró con el 12 por ciento de incremento.

 
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