■ Confirma India que el comando de diez atacantes fue entrenado en territorio paquistaní
EU pide a Pakistán mayor cooperación para investigar los atentados en Bombay
■ Continúan los efectos en la política interior india; renuncia el ministro del Interior de Maharashtra
Ampliar la imagen La presidenta india, Pratibha Patil, visitó ayer un hospital de Bombay donde son atendidos algunos lesionados de los atentados de la semana pasada. Foto: Ap
Ampliar la imagen Azam Amir Kasav, el único sobreviviente del grupo de diez atacantes que presuntamente ha hablado de las actividades de Lashkar e Taiba en territorio paquistaní Foto: Reuters
Nueva Delhi, 1º de diciembre. Una vez que India oficializó la versión de que los responsables del asalto a Bombay fueron 10 milicianos de una organización islámica con base en Pakistán, Estados Unidos pidió al gobierno paquistaní “mayor cooperación” para “investigar las pistas de la manera más firme posible”.
La petición apunta particularmente al servicio de inteligencia de Pakistán, conocido con las siglas de ISI, que ha sido señalado en varias ocasiones como una entidad que solapa a las agrupaciones islámicas que operan desde su territorio, como los talibanes de Afganistán, la red islamita Al Qaeda y los separatistas de la provincia de Cachemira, disputada por los estados indio y paquistaní desde 1947, cuando se independizaron de Gran Bretaña.
“Estoy convencida de que ha llegado la hora de una transparencia y una cooperación completa, absoluta y total”, afirmó la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice.
La declaración fue hecha pocas horas después de que el viceministro del Interior indio, Shakeel Ahmad, afirmó que todos los asaltantes que participaron en los ataques procedían de Pakistán, lo que confirmó las versiones originalmente divulgadas por la prensa de India y el diario The New York Times, el sábado.
Rice, quien estará el miércoles en India, aseguró que en una conversación con el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, le señaló la necesidad de que haya completa transparencia en la investigación de los ataques en Bombay, que causaron la muerte a por lo menos 172 personas.
Zardari, cuya esposa Benazir Bhutto fue asesinada por presuntos milicianos islamitas el año pasado, prometió la semana pasada tomar medidas enérgicas si obtenía pruebas de que los 10 militantes que el miércoles por la noche asaltaron el corazón de Bombay tuvieron algún tipo de conexión con Pakistán.
Aunque el gobierno de Pakistán trató de enfriar el conflicto con India, a raíz de los ataques atribuidos a la organización Lashkar e Taiba, voceros de las fuerzas de seguridad han señalado que si las tensiones con el gobierno aumentan, entonces trasladarán a 200 mil soldados estacionados en la frontera con Afganistán hacia la zona limítrofe con India, en el suroriente paquistaní.
Pero el gobierno indio, además de confirmar las versiones de que el comando de 10 hombres se entrenó en Pakistán, expresó hoy formalmente su queja ante el gobierno vecino, por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores, que señaló que Islamabad no controla “el terrorismo que emana de su suelo”.
La información sobre las supuestas actividades de Lashkar e Taiba en territorio paquistaní fue extraída por agentes policiales indios al único sobreviviente de la grupo atacante, quien no ha sido presentado públicamente, salvo por una imagen captada por una cámara de seguridad en los sitios de la operación.
Consultada sobre si preveía un escalamiento del conflicto en la región –donde ya hay varios países inmersos en conflictos relacionados con la guerra contra el terror lanzada por Estados Unidos en 2001, como Irak, Siria, Turquía, Irán, Afganistán e India–, Rice dijo que “esta es una relación diferente a la que era hace unos años atrás. Obviamente ellos comparten un enemigo común, porque los extremistas en cualquier forma son una amenaza para paquistaníes e indios”.
El asalto a Bombay, por otro lado, aún provoca efectos en la política interior de India, donde renunció R. R. Patil, ministro del Interior y viceprimer ministro del estado indio de Maharashtra, cuya capital es Bombay. El domingo había renunciado Shivraj Patil, ministro del Interior de India.