■ Desaloja la ODCA edificio propiedad de los senadores panistas
Regresa Manuel Espino a la actividad partidista y al CEN
■ “Si alguien se incomoda, allá ellos. Yo no atiendo nimiedades”
Ampliar la imagen Manuel Espino dijo que en enero tendrá una nueva sede para la ODCA Foto: José Carlo González
En vísperas de la realización del Consejo Nacional del PAN, el ex dirigente y actual presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), Manuel Espino, anunció su retorno a la actividad partidista y, por tanto, su incorporación al Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Justificó su decisión en el deseo que su partido no prosiga en la línea de derrotas electorales que tuvo en el año.
Al ofrecer una última rueda de prensa en la que por casi dos años fue la sede de la presidencia de la ODCA, Espino se vio prudente, pero no dejó de deslizar irónicas críticas a la actual dirigencia. Según dijo, el lunes pasado le envió una carta al presidente del PAN, Germán Martínez en la que le notificaba que daba por concluida la concesión que había hecho de apartarse de la vida partidista para no hacerle sombra al inicio de su gestión.
En este contexto, Espino también ofreció su postura sobre las versiones según las cuales, en días pasados, Martínez le habría pedido la casa, propiedad del PAN, que ocupaba la ODCA, en un virtual desalojo. En principio quiso ser prudente: Martínez no podía pedirle la casa toda vez que es propiedad de la fracción panista en el Senado y no del PAN, y ésta le fue prestada durante la coordinación de Santiago Creel.
Insistentemente cuestionado al respecto, el ex dirigente nacional atribuyó a una decisión del coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, la solicitud, la cual, dijo, se dio en vísperas de la finalización del contrato de comodato. Desestimó el hecho de que algunos senadores habrían sugerido que no se trató de una decisión colegiada y rechazó entrar en detalles.
Empero, a pregunta expresa de que esté implícito un mensaje político desde el partido, Espino respondió con uno de sus arranques: “se necesita muchísimo más para aquietar a Manuel Espino. Yo vengo de abajo, no me pusieron de arriba. Tengo el suficiente capital político para ponerme al servicio del partido, si alguien se incomoda, allá ellos. Yo no atiendo nimiedades”.
Espino abundó en las razones de su regreso y dijo que lo hacía para aportar, reflexionar e incluso para debatir y disentir en la conducción del partido, “estoy interesado en que ya no siga la línea de derrotas del partido... espero que en 2009 el PAN, al menos, conserve los 207 diputados que dejó el anterior comité”.
Dijo haber recibido presiones para reincorporarse a actividades partidistas de al menos 500 panistas integrados en 12 estados.
–¿Espinistas?
–No, respondió, panistas, no se confundan.
Insistió que a un año del pacto con Martínez, llegó el momento de darlo por terminado.
A pregunta expresa sobre la llegada de César Nava a la coordinación de planeación estratégica de la campaña, Espino volvió a la cautela y a los mensajes cifrados. Dijo que esa fue una decisión del partido que respetaba.
Sin embargo, ante las preguntas que le requerían su opinión sobre las capacidades de Nava para el cargo, Espino mantuvo una sugerente respuesta: “me reservo mi opinión”.