■ El Estado debe velar por la seguridad, alega
Aguilar Padilla, por aplicar el castigo como excepción
El gobernador de Sinaloa, el priísta Jesús Aguilar Padilla, se pronunció por aplicar la pena de muerte a los secuestradores que asesinen a sus víctimas, ante la inseguridad y violencia crecientes. decapitaciones.
“Creo que el Estado debe allegarse todos los instrumentos y todas las medidas para que, en esta situación extraordinaria, se pueda imponer el estado de derecho para dar seguridad a toda la sociedad. Creo que, particularmente en este momento, es pertinente aplicar la pena de muerte ante una situación de excepción, como pudiera ser la suspensión de garantías –si fuera el caso–, pero no de manera ordinaria”, sostuvo.
Su homólogo de Tamaulipas, el también priísta Eugenio Hernández Flores, consideró que será necesario valorar la viabilidad de restaurar la pena de muerte.
Aseguró que su gobierno es respetuoso de los legisladores del estado de Coahuila, pero afirmó que es un tema que debe someterse a discusión, porque el Estado mexicano está obligado a brindar seguridad a las personas.
Dijo que si la pena de muerte es una alternativa para resolver el problema de inseguridad, los legisladores tendrán que definir cambios a las leyes correspondientes.
“Hay voces que se suman positivamente a la propuesta del gobernador Humberto Moreira y por ese motivo analizamos el tema”, expresó.
Al respecto, el coordinador de la bancada del PAN en el Congreso de Colima, Enrique Michel Ruiz, manifestó que la aplicación de la pena de muerte a los plagiarios que maten a sus víctimas “es una medida extrema, drástica” e innecesaria, ya que existen sentencias que prácticamente condenan a prisión perpetua a los delincuentes que cometieron delitos graves .
Opinó que sería un retroceso para la justicia mexicana legislar sobre la pena de muerte cuando está abolida en todo el país. “Creo que más bien se debe perseguir, encarcelar y castigar de manera severa a quienes delinquen, sobre todo a los asesinos”, subrayó, y agregó que la propuesta del mandatario priísta de Coahuila, Humberto Moreira, no es solución para disminuir los índices delictivos.