Usted está aquí: viernes 5 de diciembre de 2008 Cultura Gioconda Belli reivindica el ser femenino de Sor Juana como fuente de conocimiento

La vorágine de los libros

■ La narradora nicaragüense recibió galardón de la FIL de Guadalajara

Gioconda Belli reivindica el ser femenino de Sor Juana como fuente de conocimiento

■ La monja apostó por el placer de explorar las posibilidades del pensamiento, dijo

■ “Debemos salir de la niebla, la condescendencia y el prejuicio para que nos respeten como somos”

Cecilia Durán (La Jornada Jalisco)

Ampliar la imagen Gioconda Belli, ayer, en el salón de poesía de la FIL de Guadalajara Gioconda Belli, ayer, en el salón de poesía de la FIL de Guadalajara Foto: Arturo Campos Cedillo

Guadalajara, Jal., 4 de diciembre. La escritora nicaragüense Gioconda Belli recibió la noche del pasado miércoles el premio Sor Juana 2008, que la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara entrega anualmente a una mujer por su obra literaria.

La narradora obtuvo el reconocimiento por su novela El infinito en la palma de la mano, donde describe la expulsión de Adán y Eva del Paraíso.

Frente a gran cantida de público, la autora de La mujer habitada manifestó que la novela galardonada “nos lleva a reflexionar sobre la disyuntiva de Sor Juana, quizás sea porque la historia del paraíso terrenal es la de una transgresión realizada por una mujer que ansía el conocimiento, quizás sea porque si alguna mujer ha sido señalada como la peor de todas, como se describía Sor Juana, la peor de todas, pero de todas, ha sido Eva”.

En su libro, dijo, reivindica la curiosidad femenina, legendariamente calificada como debilidad y como la gran fuerza motriz que hizo a Eva comerse el fruto prohibido para que pudiera así empezar la historia. Su intención es revalorar también el ser femenino de Sor Juana como la fuente de su curiosidad.

Transgresión y castigo

“Creo que fue su hermandad con Eva la que la llevó a dejar el jardín de las cortes y la vida acomodada del Palacio de los Virreyes de Nueva España para irse al convento y labrarse el espacio donde podía quedarse a solas con fe de saber de su mente”, dijo Gioconda Belli.

“Eva y Juana, ambas se jugaron la vida y el prestigio por alcanzar el sumo gozo que nos es dado a los seres humanos en el placer de contemplar las infinitas permutaciones y posibilidades del pensamiento. Ambas fueron transgresoras y fueron castigadas, la una con el dolor de dar la luz y la otra con la prohibición de continuar sabiendo y de transmutar el conocimiento, esa luz de sus palabras.”

Agregó que la historia del Génesis la atrapó desde su infancia. “Hacía mucho que me tentaba escribir sobre Eva, creo que desde niña me rebelé contra esa versión que la culpaba por la caída escamosa de los textos sagrados. A medida que crecí y me hice consciente de la decencia de lo femenino en mí misma y en mis congéneres, más incongruente me pareció que fuera tan ingenua y caprichosa la Eva que nos enseñan, ésa que marca la concepción de lo femenino.

“Me tentaba repensarla, tratar de encontrarle por qué habría hecho una cosa así poniéndonos en esa situación en el paraíso terrenal. Me propuse el reto de no alterar los datos del Génesis porque es una historia milenaria y yo no quería contar la historia de otra manera, no quería contar que el que se había comido la manzana era Adán. En mi novela quien come la manzana, y no es la manzana, sino un higo, es Eva.”

Belli señaló que con todos los dolores que implica vivir en estos tiempos, es una tarea “hermosa” para las modernas escritoras poder ir poco a poco revirtiendo la incomprensión con la que han sido envueltas tantas figuras femeninas, sean míticas como Eva o reales como Sor Juana.

“Hacerlo es ir saliendo de la niebla, de la condescendencia y del prejuicio, para que se nos respete como realmente somos.”

Entre el bien y el mal

Al finalizar su discurso, Gioconda Belli expresó que todos los seres humanos viven entre el bien y el mal, y “escribimos una historia amable que nos lleve de regreso al paraíso terrenal, porque quizás el Edén no haya sido el principio de la especie, sino el final soñado por el Creador. Quizás los primeros personajes hayan tenido que llegar poco a poco al estado animal y evolucionar desde ahí. Serán ustedes quienes decidan sobre mi atrevimiento intelectual. Yo sólo espero que sean adanes o evas y se encuentren reflejados en mi libro y lo disfruten”.

El premio Sor Juana está dotado con 10 mil dólares y también otorga la opción para que la obra sea traducida al inglés y publicada por la editorial Curbstone Press, así como la elaboración crítica de la editorial de la Universidad Católica de Salta, en Argentina.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.