La vorágine de los libros
■ García Canclini participó en el coloquio sobre cultura e identidad
“Desarraigo y pérdida o amenaza y desafío”, extremos de la migración
Guadalajara, Jal., 4 de diciembre. Nadie vive totalmente desterritorializado, afirmó Néstor García Canclini, pues los migrantes llevan de ida y vuelta su propia identidad, pero también su deseo de formar parte del lugar al que por diferentes razones, casi siempre económicas, se van.
Así, fenómenos como “Oaxacalifornia” podrían resumir en buena medida el proceso migratorio, que aunque a escala global incluye apenas 3 por ciento de la población mundial, en países tradicionalmente expulsores como el nuestro llega en muchos casos hasta 10 por ciento de los pobladores.
Dentro del noveno Coloquio de Estudios de la Cultura, con el tema Identidad y pertenencia, el antropólogo habló sobre los distintos modos en que cada nación percibe un fenómeno que se acrecienta, sin llegar todavía a ser el lugar común de los ríos migratorios que se han pregonado como característica del siglo actual.
Del lado de los países expulsores de mano de obra, García Canclini indicó que el proceso migratorio se ve como desarraigo y pérdida, pero también como un deseo casi natural que cuando es realizado se califica de logro. En las naciones receptoras, la llegada de extranjeros se percibe en general como una amenaza o un desafío.
“Es un chiste cubano: un padre pregunta a su hijo qué quiere ser cuando sea grande y el niño le responde: extranjero”, inició el autor del libro Mapas de la interculturalidad, para referirse al gran llamado que sienten los ciudadanos de países pobres para ir en busca de progreso económico.
Ahí están las remesas, con 12 millones de mexicanos en Estados Unidos, como un fenómeno en que los nexos no se pierden del todo, a pesar que la crisis económica actual las haya hecho descender de 25 mil millones de dólares de 2006, el máximo histórico. Algo que calificó como “respiración artificial” necesaria para evitar el colapso.
Afirmó que hoy una de las principales cuestiones que se plantean los políticos es cómo reincorporar a los migrantes que regresan del vecino país del norte.