■ El salario es insuficiente para una cuarta parte de la fuerza laboral
Se deteriora la calidad de los empleos en América Latina
Una cuarta parte de los trabajadores latinoamericanos no gana lo suficiente para salir de la pobreza junto con su familia, incluso cuando todos laboran, y eso ocurre también entre personas con educación, por lo que para muchos resulta atractivo arriesgarse a trabajar por su cuenta y sin patrón, aseguró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En América Latina “la calidad del trabajo es baja y, en muchos casos, tiene tendencia a deteriorarse”, por lo que el llamado empleo informal ha dejado de ser considerado una forma inferior o menos deseable de trabajo y asalariados de la región llegan a considerarlo una mejor opción para obtener mayores ingresos y condiciones de flexibilidad, indicó el organismo.
Ni las prestaciones de seguridad social, como los servicios médicos y el pago por jubilación, resultan determinantes para que la gente se sienta más satisfecha de tener un trabajo formal y el BID cita como ejemplo el caso de México, donde la seguridad social no es apreciada por la gente debido a “la mala calidad de los servicios médicos y hospitalarios del sistema”.
“En la región hay más empleados formales que quisieran ser independientes que trabajadores por cuenta propia que preferirían ser asalariados. El descontento es mucho mayor entre los empleados de las firmas pequeñas que entre quienes manejan su propia vida laboral y solamente los empleados con altos niveles de educación reconocen el valor de contar con una jubilación futura. En esas condiciones, es necesario repensar las políticas laborales pues sus objetivos van en contra de opiniones y necesidades de mucha gente”, señala el BID.
De cualquier manera, apunta que hasta el año pasado, antes de que estallara la crisis financiera, casi el 20 por ciento de los trabajadores formales de América Latina temía perder su empleo. Y a pesar de que este porcentaje ya resultaba muy elevado en comparación con otras regiones del mundo, en México se registró “la mayor percepción de inseguridad laboral”, con 27.3 por ciento.
En el salario casi toda la región presentó en los últimos años una disminución del poder adquisitivo, “que fue aguda en algunos casos como el de México, Uruguay y Venezuela”. En horas de trabajo, los asalariados laboran un promedio de 43.7 horas a la semana, mientras que los europeos lo hacen 38 horas.