■ Cerca de 8 millones no acceden por la desigualdad social: Manuel Gil, de la UAM
Persiste fuerte rezago en cobertura de educación superior, dice especialista
■ Se acentuó el retraso con el cambio de modelo que concibe la enseñanza como gasto
Ampliar la imagen
En imagen de archivo, estudiantes de la UNAM en Ciudad Universitaria
Foto: Cristina Rodríguez
Aunque México ha avanzado en cobertura de educación superior en los últimos 50 años, sigue rezagado en comparación con países de desarrollo similar. La principal razón es la prevalencia de la “desigualdad social”, que impide a muchos estudiantes mantenerse en el sistema educativo, señaló Manuel Gil Antón, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El experto en el sistema educativo nacional explicó: “en 1960 atendíamos en enseñanza superior a sólo 3 por ciento del grupo de 19 a 23 años, es decir, quedaba fuera 97 por ciento; hoy atendemos a 24 por ciento, o sea, la cobertura se multiplicó por ocho. En vez de ser 50 mil muchachos ahora son 2 millones 500 mil, pero a pesar de esa cobertura dejamos fuera a 8 millones de jóvenes en edad de estudiar”.
Aclaró que esos 8 millones “no es que sean rechazados. Simplemente, no llegaron a solicitar ingreso porque reventaron en primaria, secundaria o preparatoria. En concreto, no cursan estudios superiores, siendo que están en el rango de edad en que deberían hacerlo, y eso es resultado de la desigualdad social”.
Cabe señalar que México, según ha informado la Secretaría de Educación Pública (SEP), tiene una cobertura en instrucción superior que oscila en 24 por ciento, mientras naciones como Chile tiene 45 por ciento y Argentina 60 por ciento. La meta es que en 2012 se llegue a por lo menos 30 por ciento, lo cual será difícil de alcanzar, señaló el experto, si no se reduce la “desigualdad social”.
En entrevista, el también coordinador del estudio Cobertura de educación superior en México, 1997-1998, 2006-2007, elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, comentó que ese retraso, el cual es mayor a dos décadas en relación con países similares, tal como lo expresó hace algunos días el subsecretario de Educación Rodolfo Tuirán, tiene su origen en que desde que se cambió el modelo económico se concibe la enseñanza en general como gasto y no como inversión, lo que “juega un papel muy importante en esto”.
Apuntó que si México quiere alcanzar a las naciones mencionadas, “tenemos que trabajar por la justicia social y por mejorar la calidad del sistema de educación básica. Si no, no va a haber demanda, no va a crecer el número de muchachos que soliciten ingresar. Para mí, el problema fundamental es quiénes tocan la puerta, no la cantidad de puertas, aunque sí hay que hacer más, pero junto con eso hay que habilitar a más jóvenes, que tengan nudillos certificados para poder tocar la puerta; si no, no vamos a subir la cobertura”.
Agregó que mientras en el país no se resuelva el “desastre educativo en educación básica junto con el económico”, no se va a ampliar la cobertura en enseñanza superior, pues el ingreso a ésta se nutre de los egresos en los niveles precedentes.