Usted está aquí: martes 9 de diciembre de 2008 Mundo Se cumplen 31 años de la desaparición de las primeras Madres Fundadoras de Plaza de Mayo

■ Celebran una misa en su memoria en la iglesia de Santa Cruz

Se cumplen 31 años de la desaparición de las primeras Madres Fundadoras de Plaza de Mayo

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 8 de diciembre. Hoy se cumplieron 31 años del secuestro y desaparición de las primeras Madres Fundadoras de Plaza de Mayo y otro grupo de personas, incluidas dos monjas francesas, en un operativo de grupos de tarea de la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (Esma) y en la iglesia de Santa Cruz, adonde fueron llevadas la mayoría de las víctimas, se realizó una misa en su memoria.

Siete personas fueron secuestradas mientras se celebraba una misa allí para recaudar fondos destinados a publicar una carta a la junta militar. Esther Ballestrino de Careaga (paraguaya asilada en Argentina) Mary Bianco, la monja francesa Alice Domon, Angela Auad, Patricia Oviedo, Raquel Bulit y Gabriel Horane fueron secuestrados durante esa misa. Los entregó el ex capitán de marina de la Esma, Alfredo Astiz, quien se había infiltrado entre las madres. Esa noche con un beso, como Judas, las entregó a sus compañeros una por una. Astiz está detenido y procesado ahora en una cárcel de máxima seguridad.

Pero los secuestradores no pudieron impedir que la carta se publicara a pesar de los secuestros sucedidos entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977.

Como parte de ese operativo siniestro también fueron secuestrados Remo Berardo, Julio Fondovila y Horacio Elbert.

El trágico operativo continuaría con el secuestro de Azucena Villaflor de De Vincenti, reconocida como la fundadora de Madres, y otra monja francesa Leonie Duquet, en otros lugares de la provincia de Buenos Aires.

En 2005, el Equipo de Antropología Forense logró identificar los restos de cinco personas que habían estado enterradas como NN (no identificadas) desde finales de 1977, cuando el mar arrojó esos cuerpos a las playas del sur de la provincia de Buenos Aires. Después de tantos años se identificó a las tres madres, a la monja Duquet y Angela Ahuad.

En un emotivo acto los restos fueron “sembrados” en los terrenos de la iglesia de Santa Cruz, que había sido abierta en mayo de 1977 por el sacerdote Mateo Perdía para permitir las reuniones de los que buscaban a los desaparecidos, golpeando puertas que nunca se abrían.

Por decisión de sus hijas las cenizas de Azucena fueron esparcidas en Plaza de Mayo, allí donde por primera vez un grupo de mujeres que se distinguirían por un pañuelo-pañal blanco en la cabeza comenzaron su ronda. Fueron la vanguardia de la resistencia a la dictadura junto con varios organismos y abogados de derechos humanos, cuya tarea a veces se olvida en estos tiempos.

Como un homenaje en este día la imagen de la Virgen María recorrió varios lugares del barrio y entre otras ceremonias la Comunidad Pasionista y el Área Política de la Iglesia de la Santa Cruz convocaron a la misa “como homenaje y celebración eucarística al cumplirse 31 años de los secuestros de diciembre de 1977”.

Dentro de estos homenajes el 10 de diciembre se realizará la tradicional Marcha de la Resistencia como uno de los más importantes hitos de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

 
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