■ Asegura que su gobierno pondrá un hasta aquí y tendrá cero tolerancia a la extorsión
Calderón reclama el apoyo de la gente para poner fin a los actos de corrupción
■ Ordena al titular de la Secretaría de la Función Pública rediseñar el sistema de auditorías
Ampliar la imagen Genaro García y Eduardo Medina acompañan al presidente Felipe Calderón en Los Pinos Foto: José Antonio López
El presidente Felipe Calderón demandó ayer el apoyo ciudadano para poner fin a la corrupción de los “pillos”, porque este mal sólo echa raíces en una sociedad permisiva y tolerante que cierra los ojos al cohecho y al soborno.
Al poner en marcha el Programa Nacional de Rendición de Cuentas, Transparencia y Combate a la Corrupción 2008-2012, también aseguró que su gobierno pondrá un hasta aquí y tendrá cero tolerancia con la corrupción, la extorsión, las trampas, el influyentismo, el compadrazgo en las compras gubernamentales y el despilfarro de los recursos públicos.
En la explanada Francisco I. Madero de Los Pinos, en compañía de varios secretarios de Estado y del presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información, Alonso Lujambio, explicó que a la fecha han sido castigados más de 11 mil 500 servidores públicos, a quienes se les han impuesto sanciones por casi 4 mil millones de pesos.
El titular de la Secretaría de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, señaló que el programa tiene un enfoque preventivo, porque la solución no es sólo llenar las cárceles de corruptos, sino frenar este cáncer social de raíz y evitar que ocurran este tipo de actos.
Dicho programa tendrá seis ejes, entre los que destaca una estrategia para socializar la información a través de Internet, ya que, dijo, este gobierno “es de puertas abiertas y sin secretos”.
También se vigilará mejor el uso de los recursos del erario y de hecho se han desarticulado redes de corrupción en Petróleos Mexicanos, Diconsa, en aduanas o en áreas vinculadas con la construcción de obra pública.
En el año reciente se ha logrado recuperar más de 2 mil 600 millones de pesos, que no habían sido ejercidos por las dependencias federales o habían sido utilizados de manera incorrecta, y se ha solicitado a gobiernos estatales el reintegro de otros 500 millones a las arcas públicas.
Señaló que dio instrucciones al secretario Vega Casillas para que rediseñe el sistema de auditorías con dos propósitos claros: prevenir riesgos de corrupción y propiciar mejoras de la gestión.
El cuarto eje, explicó, es promover la participación de la ciudadanía para que denuncie las mordidas y las extorsiones de los servidores públicos, que evidencie la arbitrariedad y termine con el cobro ilegal de comisiones en la asignación de servicios o de obras públicas en beneficio de unos cuantos pillos.
Reconoció que actualmente sólo 15 por ciento de los programas federales tienen mecanismos de contraloría social, además se va a fortalecer la figura del testigo social en los procesos de compra del sector público.
Invitó a la ciudadanía a hacer denuncias en un número telefónico, y luego bromeó que “le hubiéramos puesto 01-800-TRAMPA o TRANSA, a la mejor se lo aprende más rápido la gente, pero ni modo es 01-800-FUNCION, y hay que revisar la alternativa de todos modos, no está mal tener dos teléfonos”.
Acompañado por el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, indicó que este programa también incluye combatir la corrupción en las instituciones federales de seguridad pública y de procuración de justicia, y por eso el Operativo Limpieza actúa contra policías, agentes y ministerios públicos que estén implicados en este tipo de actos.
Advirtió que los gobiernos enfrentan redes regionales y globales de corrupción ligadas al crimen organizado, ya que no reconocen fronteras, leyes ni principios éticos; es un poder ilegal que desafía y confronta la gobernabilidad y la potestad del Estado en regiones del país.
En otro tema, durante la entrega de los resultados de unas mesas regionales sobre personas con discapacidad, el Presidente hizo un reconocimiento póstumo a Gilberto Rincón Gallardo, a quien describió como un gran demócrata, hombre congruente y apasionado por la justicia que luchó por los derechos de las personas que sufren discriminación.