■ Exhortan a que nunca más un error gubernamental deteriore las relaciones bilaterales
México fue el gran perdedor en la crisis diplomática con Cuba, dice Beatriz Pagés
■ Legisladores de ambos países concluyeron la décima reunión interparlamentaria
Ampliar la imagen Manuel Aguilera, embajador de Cuba en México (izquierda), y Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, junto con parlamentarios indígenas de América, fueron los invitados al salón de plenos de la Cámara de Diputados Foto: Francisco Olvera
Al concluir ayer la décima reunión interparlamentaria México-Cuba, la delegación mexicana resaltó que durante el encuentro prevaleció la conciencia de que “nunca más deben volverse a deteriorar las relaciones bilaterales por el error de algún gobierno”.
La diputada priísta Beatriz Pagés, vicepresidenta de la representación nacional, afirmó que México fue “el gran perdedor” por el deterioro de los vínculo entre los dos países durante el gobierno de Vicente Fox.
Debido a que la reunión se llevó a cabo en un contexto de reconocimiento de la normalización de las relaciones diplomáticas, el diputado cubano José Luis Toledo Santander señaló que los trabajos se dieron “en un momento de recomposición de las relaciones entre ambos países” y resaltó que, a pesar del distanciamiento, no se enfrentó un reflejo directo en las relaciones parlamentarias.
En conferencia de prensa conjunta, el diputado cubano Tubal Pérez Hernández dijo, respecto a la visita que prepara Felipe Calderón a La Habana: “Yo estoy seguro de que el pueblo cubano recibirá –como a todo hijo de este país– con un abrazo grande al representante del gobierno mexicano, al Presidente de México. Estoy seguro de que será un acontecimiento importante y servirá también para llegar a lo que deseamos entre las relaciones Cuba-México, de calificarlas como excelentes!”
Asimismo, en la declaración conjunta, los parlamentarios y legisladores de ambas delegaciones celebraron el anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, sobre el cierre de la prisión de Guantánamo, y acordaron apoyar este esfuerzo, si es necesario, para que la decisión se ponga en práctica con éxito lo más pronto posible.
También determinaron impulsar el inicio de un diálogo directo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, y nuevamente se expresó un rechazo general al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Washington contra La Habana.
Además, en la agenda de diálogo se dio un trato especial al acuerdo para reclamar la liberación de los cinco cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje, y se determinó iniciar una campaña en su favor en ese país.
“Esas personas el único delito que cometieron fue luchar contra el terrorismo que, desde Estados Unidos, algunos grupos practican contra la república de Cuba. Durante diez años se ha podido comprobar cómo ha habido un manejo incorrecto, de violación de la obligación de las autoridades estadunidenses. Lo que en derecho se llama prevaricación”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón Quesada, en la mesa en la que se trató el tema.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Rosario Ibarra de Piedra, se comprometió a “iniciar una campaña especial” con ciudadanos estadunidenses y organizaciones de trabajadores para que a su vez respalden la demanda de liberación de los llamados Cinco. “Cómo no ser solidarios con los hermanos cubanos”, expresó. También pidió confiar en que “el pueblo de Estados Unidos no es perverso. En bastantes ocasiones muchos de mis compañeros presos en cárceles clandestinas han sido liberados por miles de cartas que han enviado los parlamentarios y las organizaciones civiles. Pueblo noble y generoso, que va obediente a guerras que no le corresponden, entonces no creo que ellos sean los perversos; los perversos son los del gobierno”.