■ Darles préstamos caería en el ámbito de la política industrial, indica Ben Bernanke
La Fed, renuente a otorgar créditos a automotrices si el Congreso está en contra
■ Destinará financiamiento a firmas de Wall Street para proteger la estabilidad del sistema
Ampliar la imagen En Washington, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, platica con el legislador Barney Frank, presidente del Comité de Servicios Financieros Foto: Ap
Washington, 9 de diciembre. La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos sería renuente a dar préstamos a las automotrices, especialmente si el Congreso se mostró en contra de tal medida, expresó el presidente de la Fed, Ben Bernanke, en una carta a legisladores dada a conocer este martes.
“La Reserva Federal sería extremadamente renuente a extender crédito donde el Congreso consideró activamente proveer asistencia pero, tras la debida consideración, decidió no actuar”, expresó Bernanke en una carta fechada dirigida al presidente de la Comisión de Bancos del Senado, el demócrata Christopher Dodd.
En respuesta a una misiva de Dodd, Bernanke externó que la Fed ha invocado su autoridad de emergencia para prestar a firmas de Wall Street a manera de proteger la estabilidad del sistema financiero, lo que a su vez era necesario para blindar al conjunto de la economía.
Las tres mayores automotrices de Estados Unidos pendían de un hilo este martes, mientras la Casa Blanca y legisladores demócratas negocian un multimillonario plan de rescate.
“Incluso si las compañías tienen garantías suficientes, prestar a las automotrices representaría un notable alejamiento de esa política”, afirmó Bernanke. Dar créditos a las compañías de autos caería en el mundo de la política industrial, lo cual es responsabilidad del Congreso, dijo el jefe de la Fed.
La Fed ha tomado medidas de emergencia cuando “no había tiempo para discusiones ni acciones del Congreso” y cuando cualquier demora podría haber resultado en el desplome del sistema financiero, añadió.
En cambio, los problemas de las automotrices se habían extendido por un periodo largo y han estado sujetos a audiencias y debates legislativos, comparó Bernanke.
Además de dar ayuda federal a las fabricantes de autos, el Congreso debería considerar una reorganización asistida a través de la bancarrota o de fusiones asistidas por los gobiernos, expresó el titular de la Fed.
Los presidentes de las tres principales automotrices de Estados Unidos –General Motors Corp, Ford, y Chrysler LLC– han realizado varios viajes al Congreso para pedir ayuda federal. El primero de ellos en aviones privados, que levantó la indignación de la mayoría de los legisladores y, el más reciente, en transportes más modestos, que ya no despertaron reacción.
Los legisladores temen que una quiebra de las firmas, que emplean a cerca de 250 mil trabajadores, pueda tener consecuencias devastadoras sobre una economía que ya está en recesión. La Fed intervino con créditos de emergencia para evitar el desplome del banco Bear Stearns en marzo y de la aseguradora American International Group en septiembre.
Dodd dijo en la semana pasada en una audiencia que la Fed y el Tesoro deberían intervenir para ayudar a las automotrices, que buscan cerca de 34 mil millones de dólares en ayuda federal para salir de sus dificultades financieras.
En respuesta a la carta de Bernanke, Dodd mencionó que la tarea de la Fed es maximizar el empleo y el crecimiento económico. “Creo que la manufactura estadunidense es tan importante para la economía de nuestro país como un sector financiero saludable”, afirmó el senador en un comunicado.
El rescate, en espera
El programa de rescate que esperan las principales automotrices de Estados Unidos daría inicialmente préstamos de emergencia hasta por 15 mil millones de dólares a General Motors Corp y Chrysler para evitar su colapso, que causaría un gran daño a la mayor economía global.
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, señaló que se lograron avances en las discusiones, pero admitió que aún es difícil saber si se llegaría a un acuerdo al final del día. “Se ha avanzado, estamos aún trabajando en una serie de temas, algunos de ellos pequeños y técnicos y otros un poco más importantes”, acotó Perino a periodistas.
Un asesor demócrata al tanto de las conversaciones dijo que ambas partes “no están muy lejos” de cerrar un pacto.