Ciudad Perdida
■ El dedazo en tiempos electorales
■ Más nombres en la lista de sucesores
La mejor orientación para quienes participarán con su voto en las próximas elecciones, el año que ya está encima, será medir la eficacia y, sobre todo, la honradez de quienes salen, pero además, si el dedazo triunfara como recurso para imponer candidatos, por ejemplo en el PRD, se debe saber a conciencia quiénes pretenden llegar.
Y no bastará con la percepción, y menos aún con las campañas publicitarias. No será suficiente que las encuestas, manipuladas o no, orienten el voto. Los datos duros y fríos serán los que puedan establecer un perfil más o menos cierto de qué clase de funcionarios delegacionales o qué legisladores se van a montar en la nómina que alimenta la ciudadanía con el pago de sus impuestos.
El caso de Acción Nacional puede ser el mejor ejemplo para señalar la ambición de los menos por obtener el poder. Sus funcionarios resultan corruptos ligados al crimen organizado, o bondadosas cabezas de familia que permiten el enriquecimiento sucio, ilegal, de sus familiares cercanos. El PAN puede hacerse del poder mediante el fraude, o puede lanzar a un loco a cualquier puesto de elección popular, siempre que cumpla las órdenes de quienes de verdad mandan. Todo se vale, menos escuchar a la gente que se halle fuera de su círculo del poder. Y si no, nada más hay que mirar a la delegada de Miguel Hidalgo, que colma todos los atributos que los azules necesitan para crear a un candidato.
El PRI en la ciudad, que de eso estamos hablando, no significa nada, cuando más una añoranza trasnochada de los días del poder único, y aunque se ha mantenido, tal vez como estrategia, un tanto alejado de los escándalos, lo que significa, y lo que ahora representa, tiene todo el rechazo de la mayoría en el DF. En el horizonte no aparece ningún nombre, ningún proyecto que pudiera establecer diferencias profundas con el panismo, así que ir con ese partido, cuando menos hasta ahora, sería emitir un voto a favor de los mismos intereses que, hoy vestidos de azul, mañana no tendrán empacho en meterse en la camisa tricolor.
Parecería en todo esto que el PRD, fuera de Nueva Izquierda –que en la ciudad significa la tribu de los Arce–, mantiene la posibilidad de volver a tener la mayoría en la Asamblea Legislativa, y el mayor número de delegaciones, pero el PRD está infectado de dedazo. A la lista que les dimos en la entrega pasada habría que agregar que, en Iztapalapa, René Arce pretende ahora imponer a su esposa Gloria Oliva, después de haber metido allí mismo a su hermano Víctor Hugo Círigo, quien le entregó la delegación a otro de sus empleados, y éste trabaja para tener lista la pista de aterrizaje de la mujer del chucho menor.
Por eso es de importancia vital que la gente sepa a quienes están señalando con el dedo los señores delegados de Cuauhtémoc, de Tláhuac y de Venustiano Carranza, entre otros, y hacer el balance real de lo que los mismos delegados han hecho para saber si están escogiendo a un buen funcionario o a alguien que les cuide las espaldas por si el cochinero de gobierno que han hecho los alcanza.
Es hora de redefinir las formas de elección interna en ese partido para que los siguientes funcionarios no tengan que escoger a sus leales como sucesores. Y si no lo creen ya verán que tarde o temprano empezarán a flotar los datos de mal gobierno, cuando menos, por ejemplo, en la delegación Cuauhtémoc. Ya verán.
De pasadita
Corre el rumor en los pasillos del gobierno de la ciudad de que la actual directora de Comunicación Social, Yessica Miranda, dejaría, por voluntad propia o la de otros, el cargo en los próximos días. Dicen que el viernes pasado se despidió de sus colegas, a quienes aseguró que se iba decepcionada del gobierno, ¿será?