■ Juan Diego, modelo digno de ser seguido, afirma el cardenal
Rivera: tienen los laicos importante papel en la construcción de un mundo más justo
El arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, salió en defensa de los laicos, y dijo que nunca como ahora se ha reconocido y se hace tan necesario el papel del laico dentro de la Iglesia y de la sociedad misma, para la construcción de un mundo más justo y fraterno.
Al presidir la celebración religiosa del indio Juan Diego, el prelado recordó a los fieles católicos presentes en la antigua parroquia de los indios, en la Basílica de Guadalupe, el sentido del discipulado misionero de Juan Diego, convertido en santo de la Iglesia católica hace seis años por el papa Juan Pablo II.
El cardenal Rivera, quien estuvo acompañado de cuatro de sus obispos auxiliares –uno de ellos tomará posesión en las próximas semanas–, se refirió a Juan Diego como un “modelo de laico ejemplar”, digno de ser seguido. “De hecho, la Iglesia ruega porque todos los laicos asuman con ánimo caluroso su responsabilidad ante el llamado de de Cristo, que en esta hora nuestra invita a todos con especial insistencia”, señaló.
En la misa, donde se presentaron peticiones expresadas en náhuatl, se pidió por la conversión de todas aquellas personas inmersas en actos que atentan contra la vida, que van desde el alcoholismo, la práctica del aborto, la prostitución y el tabaquismo hasta delitos como el narcotráfico, el secuestro y el crimen organizado. Además, se pidió por los indígenas que sufren situaciones de pobreza, incomprensión, maltrato y discriminación.