■ La escuela ya no puede contra este fenómeno: Casanova Cardiel
Para alumnos de bachillerato la violencia es parte de la vida cotidiana, advierte experto
La violencia verbal, sicológica, física y sexual que afectan a miles de estudiantes de bachillerato en México, revela que la escuela “no resuelve por sí misma este problema. Es un fenómeno muy complejo que afecta a los jóvenes como víctimas, pero también como actores directos, y esto se refleja en que muchos han comenzado a institucionalizar la violencia como parte de su vida cotidiana”, afirmó Hugo Casanova Cardiel, catedrático del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Necesitamos, agregó, una formación mucho más focalizada en acciones que permitan evitar la violencia, pues lo que estamos presenciando en el país es cómo este fenómeno se está extendiendo a todos los ámbitos sociales, y la escuela no es la excepción.
Al respecto, el Diagnóstico sobre la violencia en la educación media superior y las relaciones entre estudiantes y docentes para la promoción de los derechos humanos y las relaciones igualitarias, elaborado por expertos de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la UNAM, y de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, reveló que 22 por ciento de los 2 mil 200 estudiantes de bachillerato encuestados, de los que se retomaron 800 testimonios, manifestaron ser víctimas de violencia intrafamiliar, mientras que 44 por ciento ha recibido algún tipo de maltrato en el ámbito escolar.
Además, 52 por ciento de los alumnos afirmó ser víctima directa de abusos por parte de integrantes del plantel; en primer lugar, de sus profesores, seguido de porros y personal administrativo, así como de prefectos y directivos, quienes ejercen violencia verbal (insultos y expresiones obscenas); violencia de los docentes, (solicitando dinero), y violencia sexual (acoso y hostigamiento).
La frecuencia con que los alumnos reciben maltratos de sus profesores y del personal administrativo es “alarmante”, revela el diagnóstico, pues 36 por ciento de los estudiantes manifestó que ha sido víctima de algún tipo de violencia por parte de su maestro, mientras que 48 por ciento considera que los docentes utilizan expresiones y ejemplos que los ofenden y molestan.
Contender con la violencia que afecta a los estudiantes dentro del aula, enfatizó Casanova Cardiel, requiere de una sociedad que impulse soluciones educativas integrales que permita combatir de forma global un fenómeno que “nos afecta a todos, pero particularmente a niños y jóvenes”.
En México, afirmó, es necesario aplicar políticas de atención a la violencia, ante un Estado que –subrayó– perdió el territorio de contención de la violencia, y hoy está siendo desbordado por sus diferentes manifestaciones.
Por ello, insistió que ante una “terrible disyuntiva social como la que afrontamos actualmente, debemos ser capaces de transmitir a las nuevas generaciones que sí hay esperanza de salir del círculo de la violencia, y un primer paso es denunciar lo que no funciona bien, las acciones que lesionan los derechos de cualquier alumno para construir salidas colectivas a un fenómeno que hoy parece incontenible”.