■ Expone que el tema de la pena de muerte es otro engaño; la clave es frenar la impunidad, dice
Demanda Soberanes al gobierno dejarse de simulaciones en materia de seguridad
Ampliar la imagen Una mujer yace consternada junto a una patrulla policial luego de que un familiar de ella y un acompañante fueron asesinados a tiros en una estación de gasolina, ayer en el sur oriente de Ciudad Juárez, Chihuahua Foto: J. Guadalupe Pérez
Culiacán Sin., 16 de diciembre. El ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández, destacó que el gobierno federal debe emprender medidas y acciones que vayan a fondo en el combate a la seguridad y al crimen organizado, y dejarse de la simulación y el engaño, de medidas cosméticas o de buscar sólo efectos mediáticos.
Entrevistado en esta ciudad, el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) explicó que las estrategias de seguridad actuales “son las mismas de hace 10 años; es decir, se han puesto en marcha siete programas, entre ellos la Cruzada Nacional contra el Crimen y la Delincuencia, en agosto de 1998; otros son el Programa Nacional de Combate a la Corrupción 2001-2006; las 10 Acciones contra Delincuencia Organizada, del 14 de julio de 2004; el Programa Sectorial de Seguridad, Gobernabilidad y Política Exterior 2007-2012, entre otros, que contienen estrategias y acciones específicas similares”.
“Pero también comparten el lamentable destino de ser insuficientes en cuanto a resultados cualitativos que permitan a la sociedad mexicana acceder a mejores condiciones de seguridad pública; por el contrario, se observa una escalada ascendente de los índices delictivos en el país”.
El titular de la CNDH insistió en que es un hecho que en los últimos tres periodos de gobierno “encontramos una constante reiteración de los planes nacionales de desarrollo respecto de que la inseguridad pública es un problema que va en aumento, perturba la paz y tranquilidad de la sociedad, afecta el bienestar y desarrollo de las personas, que existe una franca desconfianza en las instituciones, programas y responsables de la seguridad pública, fundamentalmente de la policía”.
Abundó Soberanes Fernández que el problema es que los planes y programas no se cumplen, “creen los funcionarios que por el hecho de tenerlos en el papel es suficiente, pero no los aplican, no hay coordinación entre los niveles de gobierno para aplicar las acciones, y son más como respuestas inmediatas a las demandas ciudadanas”.
El ombudsman nacional destacó en este sentido que “los controles de confianza que anunció el gobierno federal para los policías son una tomadura de pelo más; la utilización del polígrafo para mil elementos policiacos es una acción que sólo persigue efectos mediáticos, es un engaño porque esa prueba no existe”.
Consideró que la pena de muerte “es un engaño más, de nuevo se busca el efecto mediático para responder a una sociedad lesionada y engañada, eso es una falsedad, lo que tienen que hacer es acabar con la impunidad”.