■ El organismo regulador es el centro de críticas tras el arresto del inversionista
Desde 1999 se alertó a la SEC sobre la estafa de Madoff; abrirá investigación
■ La SIPC garantiza hasta 500 mil dólares por cliente, pero las pérdidas podrían ser mayores
Nueva York, 16 de diciembre. El organismo de regulación bursátil estadunidense, SEC, anunció este martes una investigación interna para determinar por qué la gigantesca estafa del inversionista Bernard Madoff no fue detectada antes, pese a las “repetidas” alertas desde “al menos 1999”.
“La comisión tiene conocimiento que denuncias creíbles y precisas alertando sobre el mal proceder de Madoff han sido puestas a la atención del personal de la SEC (Security and Exchanges Comission) de manera repetida desde al menos 1999, pero nunca han sido señaladas a la comisión para que ésta actúe”, explicó el presidente de la SEC, Christopher Cox, citado en un comunicado.
La SEC, encargada de regular el funcionamiento bursátil estadunidense, se encuentra bajo el fuego de la crítica tras el arresto del inversor.
Según fuentes oficiales, Madoff, autor confeso de una estafa de 50 mil millones de dólares que ha sacudido a la banca mundial, tiene hasta el miércoles para pagar la fianza que le fue fijada para su liberación, luego de haber obtenido una extensión del plazo en un día, hasta las 14 horas (hora local) del miércoles, para cumplir las condiciones de la fianza fijada en su detención de la semana pasada.
El inversionista fue liberado el pasado jueves mediante la presentación de un bono por valor de 10 millones de dólares que tiene que ser firmado por cuatro garantes. Su mujer firmó la garantía durante su detención.
La principal garantía de Madoff es su apartamento, que los fiscales valoran en 7 millones de dólares. También ha entregado su pasaporte y sólo puede viajar al sur y este de Nueva York y Connecticut.
La empresa del presunto estafador en Wall Street será liquidada, para obtener en lo posible gran cantidad de dinero para los clientes a los que estafó, según ordenó hoy un juez de Nueva York a la Corporación para la Protección del Inversionista en Valores (SIPC).
No está claro cuánto dinero queda pero el propio Madoff estimó el volumen de daños en 50 mil millones de dólares y dijo que sólo tiene entre 200 y 300 millones.
La SIPC garantiza hasta 500 mil dólares por cliente, pero las pérdidas de muchas personas podrían ser mucho mayores.
Los inversores que analizan los libros de cuentas del inversionista descubrieron que éste falsificaba documentos para ocultar las cuantiosas pérdidas.
“Es obvio que los documentos que los clientes reciben no reflejan la realidad de esta firma de corretaje”, comentó uno de los agentes que realizan la investigación.
Según el vespertino londinense Evening Standard, Madoff mantenía en el corazón de Londres una pequeña oficina donde guardaba millones en efectivo, según revela hoy el vespertino.
Comprado con el edificio Lipstick, de Manhattan, donde está la sede central de su banco de inversiones, la oficina londinense, situada en el elegante barrio de Mayfair, es de lo más discreto pero en ella guardaba el equivalente de 88 millones de euros en efectivo para determinadas operaciones familiares, según el rotativo.
Contrariamente a sus homólogos europeos, los bancos estadunidenses no hicieron pública ninguna pérdida este martes pero también podrían estar menos expuestos, como consecuencia de una decisión deliberada del estafador.
Después del arresto del inversor el jueves, los bancos europeos y asiáticos anunciaron rápidamente exposiciones al fraude en algunos casos masivas, que superan ahora los 10 mil millones de dólares en total. No pasa un sólo día sin que broten nuevas entidades financieras expuestas a pérdidas potenciales.
En Estados Unidos, la única víctima notoria hasta ahora es el administrador de activos Fairfield Greenwich Group, que se ufana de obtener rendimientos moderados pero estables para sus clientes. El fondo reconoció desde el viernes pasado, tener una exposición de 7 mil 500 millones de dólares en inversiones gestionadas por Madoff, equivalentes a la mitad de los fondos administrados por Fairfield.