■ Aplauden líderes sindicales próximo nombramiento de Hilda Solís como titular de Trabajo
Promete Obama reforma financiera que promueva confiabilidad y transparencia
■ Designó a tres veteranos reguladores para rescatar al sector “y operar honorablemente”
Ampliar la imagen Ésta es la sede del despacho Friehling & Horowitz, en Nueva York, del que es socio David Friehling, contador que ahora ha sido involucrado en el fraude cometido por Bernard Madoff. Las autoridades estadunidenses fueron prevenidas durante años de que había algo sospechoso detrás de los resultados alcanzados por los fondos de Madoff, pero las advertencias fueron ignoradas y las escasas investigaciones diligentes nunca fueron publicadas, según reveló ayer un artículo del diario financiero Wall Street Journal. Friehling fue el encargado de realizar una auditoria externa a dichos fondos, y aparentemente no encontró irregularidades Foto: Ap
Nueva York, 18 de diciembre. Las demandas de “transparencia” y “confiabilidad” que durante años se han hecho ante los llamados “mercados emergentes” –incluido México– por Washington y Wall Street como condiciones para mayor inversión y cooperación económica, ahora son las que se requieren en Estados Unidos.
Sin “confiabilidad” en el mercado, repiten todos los expertos, no puede funcionar el sistema financiero. Ante tal vez la mayor estafa financiera en la historia, revelaciones de que algunas de las grandes empresas fabricaron una imagen saludable basada en inversiones cada vez más dudosas y finalmente casi fraudulentas (por tener un valor muy por debajo de lo que se decía), todo lo cual estalló en la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, la falta de transparencia y la anulación de la confiabilidad son reconocidos ahora como factores centrales en esta crisis.
Resulta que Estados Unidos, gran consejero de cómo otros países, sobre todo los subdesarrollados, necesitaban asegurar la “confiabilidad” para ofrecer un clima positivo para inversiones y comercio, es el que ignoró sus propias recetas.
“No hay mucha supervisión adulta ahí afuera, ni en el mundo político o el financiero”, dijo hoy el presidente electo Barack Obama en una conferencia de prensa donde presentó a los integrantes de su equipo encargado de la supervisión del sector financiero. Subrayó que los reguladores, como también los políticos, han estado dormidos ante lo que sucedía en el sector financiero, con un presidente que promovía la desregulación como la mejor opción.
Señaló el escándalo de Bernard Madoff –quien estafó quizá hasta por 50 mil millones de dólares a inversionistas– como “otro recordatorio más de qué tan urgentemente se requiere una reforma”, además de nuevas reglas para enfrentar de manera efectiva la “cultura de avaricia”. Todo esto, dijo, “ha minado la confianza pública en la industria financiera”.
Obama indicó que su equipo presentado hoy encabezará la represión “sobre una cultura de avaricia e intrigas que nos ha llevado a este día de arreglo de cuentas. Vamos a asegurar la apertura, el rendimiento de cuentas y la transparencia en nuestros mercados para que la gente pueda confiar en el valor de los productos financieros que están comprando”.
Para ello, nombró hoy a tres veteranos reguladores financieros en puestos claves encargados de reformar el sistema de supervisión del sector para evitar el tipo de crisis que el país está padeciendo. Como presidenta de la Comisión de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) nombró a Mary Schapiro, quien ha sido comisionada del SEC en gobiernos republicanos y demócratas y ahora es jefa de la Autoridad Regulatoria de la Industria Financiera, agencia de autorregulación de la industria, y respetada como figura de amplia experiencia en ese ámbito.
Schapiro enfrenta uno de los desafíos más difíciles a corto y mediano plazos, al encargarse de una agencia bajo sospecha y desmoralizada que ha sido ampliamente cuestionada justo por su ausencia en detectar y alertar sobre las maniobras de las grandes empresas financieras que detonaron esta crisis. Sólo en los meses recientes la SEC ignoró lo que finalmente llevó a la implosión de dos de las principales casas financieras de Wall Street (Bear Stearns y Lehman Brothers), y ahora, con el escándalo de Madoff, una vez más no ha podido responder a preguntas sobre cómo permitió esta estafa a lo largo de una década, donde de manera repetida había maniobras sospechosas en esa empresa.
Obama también nombró a Gary Gensler, ex alto funcionario del Tesoro en el gobierno de Bill Clinton, como jefe de la Comisión de la Bolsa de Futuros de Comercio (Commodity Futures Trading Comission), agencia federal reguladora de comercio en futuros de productos. Por otro lado, presentó a Daniel Tarullo como integrante a la junta de gobernadores de la Reserva Federal.
El presidente electo dijo que su nuevo equipo creará “un marco regulador para el siglo XXI”. Afirmó que su gobierno buscará restaurar “un sentido de responsabilidad, de operar honorablemente… no operar sólo de avaricia sino para el bien común” en el sector financiero.
Nueva secretaria de Trabajo
A la vez, según versiones extraoficiales, Obama nombrará a la representante federal Hilda Solís como secretaria de Trabajo, lo cual fue inmediatamente elogiado por líderes sindicales y latinos progresistas. Solís, quien acaba de ganar su relección por un quinto periodo representando un distrito de Los Ángeles en la Cámara de Representantes, será presentada oficialmente por Obama el viernes, según fuentes citadas por la agencia Ap y por líderes sindicales.
Reconocida por su trayectoria política progresista como también activista social, la selección de Solís fue elogiada por John Sweeney, presidente de la central obrera nacional AFL-CIO. “Estamos encantados ante la posibilidad de tener a la legisladora Hilda Solís como la próxima secretaria de Trabajo. Estamos confiados en que restaurará una de las misiones centrales del Departamento de Trabajo, que es defender los derechos básicos de los trabajadores en los sitios de empleo de esta nación”, declaró.
Andrew Stern, líder del sindicato de servicios SEIU, el más grande de Estados Unidos, y también líder de la central obrera Change to Win, afirmó que “estábamos con ella luchando por los derechos de la gente trabajadora desde un inicio y estamos muy orgullosos de que haya sido seleccionada para ser la secretaria de Trabajo”, reportó Ap.
Solís ha participado en la promoción de derechos laborales, por elevar el salario mínimo y otras luchas tanto en las calles como en las legislaturas (tanto la estatal como la federal) en torno a temas prioritarios para los sindicatos. Además, ha sido figura de alto perfil en la lucha por la defensa de los derechos de los inmigrantes y por una reforma integral del sistema de migración, y por lo tanto su próximo nombramiento ya ha sido bien recibido por algunas organizaciones pro derechos de los inmigrantes. Solís es hija de migrantes mexicanos y nicaragüenses y sería la tercera latina en un puesto de gabinete del nuevo gobierno.