■ La educadora cumplirá en 2009 medio siglo en la impartición de educación artística

“Egresar de una escuela de arte no nos hace artistas”: Alma Cervantes

■ La enseñanza que se da en el país pondera el desarrollo cognitivo y soslaya el emocional, opina la maestra

■ La tarea pedagógica es fundamental en la evolución de cualquier pueblo, afirma

Jorge Caballero

“Es muy importante el asunto del maestro-artista y del artista-maestro para la enseñanza, porque cuando alguien se forma en las escuelas superiores de arte resulta que el egresado será artista, lo cual de entrada no es real: no todos somos artistas por haber estado en una escuela de arte, porque el trabajo y el desarrollo personal, hasta donde se quiera llegar, es un compromiso y una responsabilidad; con esta idea hay muchos que demeritan la docencia, pero la tarea pedagógica es fundamental en el desarrollo de cualquier pueblo.”

Son consideraciones de la maestra Alma Cervantes, quien el año próximo cumplirá medio siglo de dedicarse a la educación artística; desde que egresó de la escuela Nacional de Maestros hasta el seminario que impartió la semana pasada, educación artística en la educación básica, sin dejar de lado su incursión en los primigenios Centros de Educación Artística, con Maris Bustamante y Eríka Mirelles, ni su formación en creatividad total aplicada a la educación y las artes, en la Universidad de Santiago de Compostela, España.

En entrevista con La Jornada, la maestra asegura que en la educación artística “lo sustancial es que sea considerada en el currículum educativo, desde prescolar hasta universidad. Los lenguajes artísticos son una maravillosa oportunidad de desarrollo y aprendizaje, de cambios sustanciales en la conducta”.

Cervantes, quien actualmente ofrece conferencias, cursos, talleres y asesorías, agrega: “La educación artística satisface la necesidad del ser humano de expresarse y comunicarse. Tiene que ver con todo; es un aprendizaje holístico, porque debes estar enterada de historia, política, economía… todo lo que pase por el saber humano”.

–¿La educación básica está diseñada para acabar con el gusto por el arte?

–Uno de los problemas que tiene la enseñanza de la educación artística es que nos debemos dar cuenta de que hay que trabajar intensamente en las escuelas normales, preparar a los maestros de todos los niveles. Hemos hecho muchos intentos, algo fallidos, porque esta rama aparece en el currículum sólo una vez a la semana; no hay interés por la tarea de sensibilización, por que la gente descubra el mundo y se desarrolle de tal forma que use toda su cognición, afectividad y espiritualidad.

Maestros con experiencia

“La educación artística es muy bella, porque puedes trabajar con prescolares y adultos mayores. Estamos muy inclinados hacia el desarrollo cognitivo y se ha olvidado el emocional. Actualmente todos dicen que estas dos enseñanzas deben complementarse, pero en las acciones reales y contundentes no es así. Habemos quienes trabajamos en este sentido, hacemos proyectos institucionales o independientes; pero imagine lo que se necesita para los millones de personas que somos en este país. Hay que empezar por las instituciones encargadas de la educación.

Alma Cervantes, que ha trabajado en la mayor parte de las dependencias educativas con enfoque en la enseñanza creativa, como el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, agrega: “La profesionalización de la educación artística en México es otro de los problemas, porque debe empezar en las normales y los maestros deben ser los expertos. Quienes han experimentado y logrado acciones concretas y exitosas deben enseñar, eso es importantísimo, porque para motivar a los futuros maestros se debe estar preparado, informado y, más que nada, hay que tener experiencia; no se trata de lo que platiques a los alumnos lo que leíste o investigaste, sino lo que has vivido.

“Cuando hablas con la gente sobre este tema, descubre su potencial y desarrolla su creatividad. Hice unos cursos que llamé Me descubro creativo y me trasformo, porque veía cómo los chicos se descubrían al hacer cosas que no se imaginaban que podían realizar. Tengo muchos años en este asunto, y quiero decir que en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, específicamente Lilian Dabdoub y a Benjamín Juárez, directora de desarrollo académico y director del Cenart, respectivamente, me han apoyado para realizar proyectos en la República y el extranjero, en representación de México, pero falta mucho más.”

Momento de compartir

“Los maestros trabajan para dominar su materia y llega el momento de compartir, y para eso debe haber preparación, no sólo lanzarse, porque existe el problema de los maestros y maestras que dan el manazo o el zape por no hacer bien las cosas. Esto no tiene nada de pedagógico, y además no puedes culpar a la gente por no estar formada pedagógica ni sicológicamente. Los que nos dedicamos a la docencia tenemos que actualizarnos de manera constante para estar al nivel de los jóvenes.”

Como colofón, la maestra informa: “En 2003 tuvimos un congreso internacional con varias celebridades, como Elliot W. Eisner, de la Universidad de Stanford; Helena Alderoqui, licenciada en artes de la Universidad de Buenos Aires; Galia Sefchovich, quien tiene un estudio sobre el tema del desarrollo de la creatividad. También estuvo José Cañas Torregrosa, de Córdoba, España, quien nos compartió sobre la experiencia dramática infantil y juvenil. Tuvimos a Mariana Spravkin, egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes en Argentina, especializada en didáctica de la educación plástica y museopedagogía, y Lucina Jiménez y López, organizadora y especialista en gestión y política cultural.

“Este encuentro nos fortaleció; nos dimos cuenta de que hacemos tareas comunes. Nos motivó saber que la educación artística tiene una importancia enorme en el mundo.”