■ Se reúne la colombiana con Calderón

Condena a movimientos armados y a los plagios

El presidente Felipe Calderón e Ingrid Betancourt reprobaron ayer las prácticas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), porque en una América Latina democrática ya no se justifican los movimientos armados y violentos para acceder al poder.

“Allí están las instituciones democráticas”, expresaron en una reunión privada que sostuvieron en la residencia oficial de Los Pinos.

Del encuentro, que duró más de una hora, la Presidencia de la República informó en un comunicado de cinco párrafos que la ex rehén de las FARC refirió que las prácticas de esa organización son lejanas a las de un movimiento revolucionario, ya que en sus años de cautiverio observó una vinculación de ese grupo con el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción.

Betancourt llegó a la casa presidencial a bordo de un vehículo de la embajada de Francia.

En tanto, Calderón reiteró su llamado a los integrantes de esta organización armada para que atiendan los reclamos de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional, con el fin de dar paso a la liberación de quienes aún mantienen en cautiverio. Ambos coincidieron en que el secuestro carece de justificación alguna.

El michoacano subrayó el interés de su gobierno de mantener una estrecha colaboración con las autoridades colombianas, así como de otros países para combatir el crimen organizado, para fortalecer la seguridad y fomentar la convivencia armónica de nuestras sociedades.

También recibió el agradecimiento de Betancourt por la solidaridad expresada por el pueblo mexicano durante su cautiverio y, en especial, por las muestras de apoyo manifestadas por el presidente mexicano para lograr tanto su liberación, como la de otros secuestrados por las FARC en Colombia.