■ El gobierno pedirá juicio político contra jueces que avalaron la liberación del capitán
La justicia de Argentina suspende la excarcelación del represor Alfredo Astiz
■ Es acusado de desaparecer a decenas de disidentes políticos, dos monjas francesas y activistas
Buenos Aires, 19 de diciembre. La justicia argentina suspendió hoy la decisión de liberar al capitán de la marina de guerra Alfredo Astiz, acusado de genocidio en la dictadura (1976-1983), al ser presentada una apelación del fiscal Raúl Plee.
Según una fuente que pidió el anonimato, Plee “interpuso el recurso ante la Corte Suprema contra la medida de ponerlos en libertad (a Astiz y otros oficiales), lo cual tiene un efecto suspensivo automático” sobre la excarcelación.
La noticia se conoció dos horas después de que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció que apelaría de la liberación ante la Corte, con el propósito de que Astiz continúe en prisión hasta que sea llevado a juicio.
La Cámara de Casación ordenó el jueves la liberación de Astiz –de 57 años, alias el Ángel Rubio de la Muerte– y de otros oficiales acusados de crímenes contra la humanidad.
Astiz y algunos oficiales más que integraban los escuadrones de la muerte seguirían de todos modos en prisión, esperando juicio, mientras se tramitan las apelaciones.
El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, precisó que la apelación gubernamental intenta “evitar el escándalo jurídico de la libertad de estos individuos. Algunos tienen condenas en ausencia, por tribunales franceses e italianos, y con pedido de extradición de la justicia española”.
El gobierno también iniciará el trámite de juicio político contra los jueces que firmaron la orden de excarcelación, anunció el alto funcionario.
“El país no puede intranquilizarse. Lo único seguro es que esta gente está detenida y continuará así”, aseveró el juez de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Fayt.
Las autoridades abrieron contra Astiz y otros oficiales procesos por secuestros y desapariciones de las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, así como de decenas de disidentes políticos y de la fundadora de la organización Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor.
Además, son los principales acusados de actuar en un centro de exterminio en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde estuvieron unos 5 mil prisioneros políticos. Sólo hubo un centenar de sobrevivientes.