■ Descarta Economía instalar verificentros en la frontera; bastará con un certificado de origen, dice

Comenzará en enero de 2009 importación de vehículos con antigüedad mayor a 10 años

Susana González

Tal como fue programada, la importación de autos usados de Estados Unidos y Canadá con más de 10 años de antigüedad entrará en vigor el primero de enero de 2009, sin que el gobierno federal haya atendido las peticiones del sector automotriz de posponer la fecha o instalar verificentros en la frontera para evitar un ingreso masivo de autos chatarra que afecte al mercado nacional, el cual ya registra números negativos debido a la recesión económica mundial.

En lugar de ello, las autoridades determinaron establecer que los vehículos que ingresen a territorio nacional cuenten con un certificado de origen, expedido por las empresas armadoras para dar constancia de que la mayoría de los componentes con que fue ensamblado fueron fabricados dentro de la región que abarca el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Al asegurar que el decreto sobre la importación de vehículos usados de por lo menos 10 años de fabricación está prácticamente listo y a punto de publicarse, Gerardo Ruiz Mateos, secretario de Economía, explicó que resulta inviable colocar verificentros a lo largo de la frontera con Estados Unidos, pues prácticamente cada año se importa un millón de vehículos usados, además de que si México aplicaba tal opción podía ser impugnado por sus socios ante la Organización Mundial de Comercio.

“Es un decreto más o menos probado porque en marzo sacamos uno temporal que bajó las importaciones en 80 por ciento, una caída impresionante. Más allá de las reglas ecológicas, porque aplicarlas a más de un millón de vehículos es prácticamente inviable; cumplimos con una reglamentación básica del TLCAN: el certificado de origen que deberá presentar quien quiera importar un vehículo, pero que será prácticamente imposible de cumplir en el caso de un auto chatarra y de esa manera vamos a inhibir esto”, explicó.

Además, tanto por el TLCAN como por otros acuerdos comerciales suscritos por México “no podemos tener tratos discriminatorios. Si yo verifico un auto usado que proviene de Estados Unidos y le aplico una norma, estoy obligado a hacer lo mismo con todo el parque vehicular de México. De haber sacado un decreto con normas ecológicas hubiera sido muy fácil que se ampararan ante la OMC, que perdiéramos y se colaran todos los coches con el amparo. Entonces se diseñó un decreto blindado legalmente para evitar los amparos de la gente que se dedica a importar coches”, abundó.

Aseveró que en México debe haber “un mercado natural de vehículos usados pero no de chatarra”; eso es lo que preocupa a la industria automotriz que opera en el país, no la importación en general: nuevos y usados, ya que hasta 70 por ciento de las unidades que se comercializan en el mercado interno provienen del exterior.

Así que la industria automotriz, dijo, no resultará muy afectada por el mercado de los autos usados pues exporta 85 por ciento de la producción porque su demanda no obedece al mercado interno sino al global.

Con la situación económica mundial “es evidente que afectará la venta de vehículos pero no está relacionada con el éxito del decreto que vamos a sacar”. En todo caso, dijo el funcionario, quienes podrían resultar afectados serían los distribuidores de automóviles, pero insistió que con el nuevo decreto se pretende frenar el ingreso de autos chatarra, aunque de cualquier manera se evaluarán sus resultados.

Desde hace cuatro años han ingresado al país 3.5 millones de vehículos usados, refirió el funcionario. En tanto, la Asociación Mexicana de Comerciantes en Automóviles Nuevos y Usados ha reportado que de esa cifra, un millón ya se convirtieron en basura porque estaban en mal estado.