■ Sin seguro social, el 75 por ciento, señala
El caos financiero afecta más a ancianos: experta
El actual sistema económico en México impacta en el total de los habitantes, pero es en los adultos mayores en quienes más repercusiones tiene porque este sector de la población no sólo cuenta con menores ingresos sino que además tan sólo el 25 por ciento tiene acceso al Seguro Social, mientras que en otros países la cobertura es del 90 por ciento, afirmó la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Graciela Casas Torres.
“Lo que ahora se sufre con los descalabros financieros, tiene que ver con los modelos económicos que no corresponden a la realidad, donde se privilegia a unos cuantos en detrimento de la mayoría, como sucede con los ancianos, que forman parte de uno de los sectores más vulnerables”, señaló.
Según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), en el siglo XX, México atravesó por un elevado incremento poblacional, e inició el nuevo milenio con una tasa de crecimiento natural semejante a la observada 70 años atrás, aunque con un tamaño seis veces mayor.
La especialista comentó que esta situación ha transformado la pirámide poblacional, que se expresa en un proceso gradual de envejecimiento. Para el año 2050 se considera que existirán 129.6 millones de mexicanos, de los cuales 36.2 millones serán adultos mayores, el 27.9 por ciento del total.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía proyecta que para los años 2020 y 2030, la esperanza de vida promedio será de 78.5 y 79.1 años respectivamente. Pero, desafortunadamente, sostuvo Casas Torres, en ocasiones se confunde vejez con enfermedad. La senectud, explicó, no es obligatoriamente un padecimiento, aunque sí genera un deterioro en las funciones vitales, no obstante esa idea debe ser desterrada y sustituida por otra en la que un adulto mayor pueda llevar una vida digna.
En este sentido, agregó, la UNAM tiene la responsabilidad social de dar una respuesta a esta situación, a partir de la formación, capacitación e investigación, porque “la vejez es una cuestión inherente a la vida, y se debe estar preparado para ser ancianos y conscientes de que algún día vamos a morir”.