■ Aprueba Japón presupuesto de un billón de dólares
Inyecta la Fed de Nueva York otros 16 mil millones de dólares a AIG
Washington, 25 de diciembre. La crisis económica no dio tregua en vísperas de la Nochebuena a la adopción de medidas para atenuar sus efectos en Estados Unidos, donde las autoridades financieras autorizaron el uso de otros 16 mil millones de dólares para la adquisición de bonos de la rescatada AIG (antes de la crisis la mayor aseguradora del mundo); en tanto, el gobierno japonés aprobó un presupuesto récord de un millón de millones de dólares para paliar los efectos de la recesión en 2009 y 2010.
Mientras, la reducción de las tasas de interés de la Reserva Federal estadunidense a casi a cero (entre cero y 0.25 por ciento) el 16 de diciembre pasado, detonó un incremento de 48 por ciento en las solicitudes de préstamos para la compra de viviendas en Estados Unidos en la semana finalizada el 19 de diciembre.
Según un sondeo de la Asociación de Bancos Hipotecarios (MBA) publicado este miércoles, el alza tiene en cuenta las variaciones estacionales en relación con la semana anterior. Si la comparación se realiza con la misma semana del año anterior, el alza alcanza incluso 124.6 por ciento, agrega la asociación.
Por otra parte, la Reserva Federal estadounidense (Fed) le dio este miércoles al grupo de servicios financieros GMAC el estatuto de banco, condición indispensable para recibir una capitalización con fondos públicos, según un comunicado difundido por el banco central estadunidense.
GMAC, en grandes dificultades financieras, es una filial del fondo de inversión Cerberus (51 por ciento del capital) y del constructor automotriz General Motors (49 por ciento). El grupo es la antigua división de crédito automotriz, que se volvió independiente, del constructor con sede en Detroit.
Al tener la calidad de banco, GMAC va a poder tener acceso al refinanciamiento de la Fed. La compañía va a poder obtener también nuevos fondos del Departamento del Tesoro, en el contexto del plan Paulson de estabilización del sistema financiero, que prevé destinar 250 mil millones de dólares a consolidar las cuentas de los grandes establecimientos bancarios del país.
En este contexto de rescates financieros, el fondo Maiden Lane III, creado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y American International Group para comprar obligaciones de deuda garantizada por AIG, adquirió otros 16 mil millones de dólares en bonos garantizados por la atribulada aseguradora.
Hasta la fecha, el fondo ha adquirido 62 mil 100 millones de dólares de esos activos a bancos y otras entidades.
El gobierno de Estados Unidos rescató a AIG con un plan que ya superó los 150 mil millones de dólares.
El mismo fue revisado el mes pasado para darle a la aseguradora más tiempo para vender activos y saldar su deuda con el gobierno.
Como parte del nuevo esquema, AIG aportó 5 mil millones de dólares y el Banco de la Fed de Nueva York se comprometió a brindar hasta 30 mil millones en préstamos senior a Maiden Lane III.
AIG todavía estudia cómo salir de su exposición a cerca de 12 mil millones de dólares de los denominados credit default swaps.
Finalmente, este miércoles el gobierno japonés aprobó un presupuesto récord de un billón de dólares, para el ejercicio 2009-2010 con el fin de financiar “medidas sin precedentes” contra la recesión.
El presupuesto del próximo año fiscal (que va del primero de abril de 2009 al 31 de marzo de 2010), supone un aumento de 6.6 por ciento respecto del ejercicio en curso. Ya fue aprobado por el consejo de ministros y en enero deberá obtener el visto bueno del Parlamento.
“Frente a una situación económica extraordinaria debemos tomar medidas sin precedentes”, dijo el primer ministro, Taro Aso, en conferencia de prensa.
“Japón no puede evitar este tsunami de la recesión mundial. Pero tomando medidas radicales, queremos ser el primer país del mundo en salir de la recesión”, dijo Aso, aunque advirtió que “las condiciones” empeorarán el próximo año.
La economía japonesa, la segunda mayor del mundo, ya entró oficialmente en recesión –al haberse contraído su PIB dos trimestres consecutivos– y las exportaciones, especialmente de vehículos y productos electrónicos, se desplomaron.